tag:blogger.com,1999:blog-1223435157952340252024-03-18T22:40:18.573-06:00Brígida en Espiralestodos y nadasLas Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.comBlogger295125tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-49964330758913941842020-12-11T10:52:00.001-06:002020-12-11T10:52:40.185-06:00Leyenda<p> Hoy leí una palabra que escribió Lola, mi amiga desde la primaria, ¿si te acuerdas de ella? seguro si te diera mas referencias me dirías que si. Nunca olvidabas a nuestras amigas ni amigos. Tal vez teníamos que darte unas cuantas pistas últimamente, pero tu memoria tan absurda como la mía siempre recordaba.</p><p>No.</p><p>No es cierto, ahora que lo escribo, tu tienes mejor memoria que yo. Y mientras tecleo se que debí haber escrito "<i>tu tenías mejor memoria que yo</i>", pero me dolería hacerlo así. Memoria para los números de teléfono que sabíamos tú y yo aunque ya nadie se los aprende, los cumpleaños sin que te los recuerde Facebook y los santorales sin tener que ver esos calendarios que arrancabas el numerote de papel para pasar de día. Memoria selectiva y absurda que resultaba que sacaba una sonrisa a tus amigos cada vez que los llamabas en su santo.</p><p>El punto es que Lola dijo: "<i>una leyenda</i>", y esa leyenda eres tu. Esa si es una palabra en presente y en pasado, también en futuro, porque en un ratito sé que seguirás siendo leyenda. Todos los tiempos aplican a ti ahora. Y en todos los tiempos te extraño un chingomadral.(1)</p><p>Leyenda. Ya sabía que eres una leyenda, pero no lo había entendido hasta que Lola lo escribió.</p><p>Te nos quedaste dormido, soñando. Mike dijo cuando nos llamó a las 6:10 "<i>papa se quedó dormido</i>", y supimos Maya y yo que era dormido "<i>para siempre</i>". Ya sabía en el fondo que te ibas a ir, siempre te neceaba y te regateaba cuando decías "ya no me queda mucho", mi argumento era el que me parecía lógico, tus papás habían rondado los 90 años, a ti te quedaban al menos diez. </p><p>Hace unos años te dije, la muy cabrona: "no puedes morirte antes que "<i>aquel</i>" (2), y ya que se murió "<i>aquel</i>", te dije: "ni madres, no te doy permiso". Pero la última vez que me lo dijiste, que ya casi te ibas, no te regateé tiempo, no te lo discutí, muy en el fondo ya sabía que estabas cansado, que ya tenías solo dos o tres pendientitos que resolver para irte.</p><p>Los pendientitos los resolviste en un dos por tres. Comimos contigo el martes y se que no hablamos lo que querías decir, pero escuchaste lo que queríamos decirte y necesitabas escuchar. Creo que después de eso y los dos <i>Calixas</i> que bebimos te empezaste a soltar, a dejar ir, a relajar. Claro, todo esto lo estoy inventando, porque mi cabeza necesita racionalizar el dolor, el vacío, el hueco tan cabrón que de repente se abre y se cierra sin aviso. </p><p>Cuando iba camino a verte, después de la llamada de las 6:10, no dejaba de pensar en el día que fuimos a Toluca a una cita de trabajo. Debe haber sido hace 7 años. Al pobre cliente ni caso le hice, en plena reunión me llegó un mensaje donde la aseguradora decía que no me iban a pagar algo, una pendejada por el tumor que me quitaron. Salimos y en pleno patio, lleno de esculturas de Leonora Carrington y fuentes con obra de Luis Nishizawa me djiste: "<i>Mijita, <b>nunca</b> llores por dinero</i>". Me veo y te veo allí, como fotógrafa de los dos, desde fuera, como un dron sobrevolándonos. Te veo y te siento tomándome las manos diciendo eso, y seguramente convenciéndome que fuéramos a comer y celebrar. ¿Celebrar que? Lo que sea, lo que fuere, todo era una celebración <i>conti</i> (3)</p><p><i>Conti</i> siempre abundaban los<i> teadoros</i>, los <i>teextraño</i>s, los<i> eresmiorgullo</i>. <i>Conti</i> siempre había de que reír, y si había de que llorar, se remediaba pronto. <i>Conti </i>siempre la vida es cariño y generosidad, historias fantásticas, amigos a los que había que decirles "tios", hermanos del alma, viejas adoradas, y risas y sonrisas. Siempre.</p><p>Tu vida no fue sencilla, eres el ejemplo perfecto de lo que es un <i>self-made-man</i>. Tu destino estaba escrito, tu don con el lápiz, papel, plastilina, madera, yeso, metal eran natos. Siempre hablabas de dar vida a la materia, y siempre se la diste. Todos reconocemos lo perfecto de tu arte, todos sabemos que tu don fue generoso, prolífico, grandioso como tu. Legendario como tu. Pocos saben lo que te costó, pocos, contados. Si supieran, serías héroe-leyenda. </p><p>Al día siguiente que te fuiste cambié de pensamiento, y te pensé y sentí cuando tenía tres añitos. ¿Qué se puede recordar a los tres añitos? Pues mucho teniendo un papá como tu y una mamá como la que tengo. Siempre tomando fotos, los dos con una cámara colgada: análoga años, después lucharon por cambiar a una digital y despues se negaron a dejar la digital por el celular, hasta que a últimas fechas, todo era con el celular. </p><p>El pasar y repasar los álbumes que mamá siempre ha hecho e identificado con años, nombres y personajes es lo que hace que no olvidemos. Seguramente esa foto de mis tres años es lo que me llevó al pensamiento del siguiente día: estamos Maya y yo en una foto, yo sentada sobre tu pierna derecha y maya en la izquierda. Estamos en la playa, en Irlanda. Estás sentado con las piernas extendidas en lo bajito de las olas. Mi recuerdo, que no se si es mi primer recuerdo de vida, es pánico absoluto que el mar me tocara, que me arrastrara y me tragara. Mis piernitas están extendidas sobre la tuya y me veo crispada de pies a cabeza. Maya se reía sobre tu izquierda, disfrutaba feliz cada olita que llegaba, y tu me decías que el mar no me iba a hacer nada. Que tu estabas allí conmigo. Mamá tomó la foto, desde el lado del mar. No se si se me quitó el miedo ese día, es mas que obvio que hoy no me queda nada de ese miedo...Oigo tu voz ese día, la escucho hoy, ahora, repitiéndome: "no te va a pasar nada"</p><p>Las ideas en el duelo vuelan conforme los sentires van y vienen. No hay control. Me dio gripe, y se que no es CoVid porque se que es de pena, que viene del alma. Te siento alrededor, no se cómo, pero siento que estás sobrevolando dos espacios: Abasolo y Fidias. En mi casa no te siento, en mi coche te invento a veces. Te pregunto cómo estás y me contesto que bien. Te invento las respuestas. Creo que en los duelos es donde se ha inventado la fe o la reencarnación, porque nos queremos inventar que nuestros quereres están bien, o vienen de visita como mariposas o colibríes. Yo quiero pensar que si es reencarnación lo que existe no vas a escoger una mariposa, sino un caballo. Y entonces me acuerdo de cuando me pusiste a leer Azabache, y de los caballos que tanto te gustan. Los que Naty dice que debes estar esculpiendo en las nubes. Pero si fueras un caballo, pues ni soy charra ni jinete, ni tengo rancho donde encontrarte en un caballo...</p><p>(¡Ah!, probablemente irías a Las Nubes con Miguel Ángel, tu hermanito. Ahí hay muchos caballos, y el cielo está al alcance de la mano). </p><p>Así que como no se dónde estás, pienso que tus 26g de alma están expandidos en una línea que serpentea, o hace espirales, o dibuja el San Patricio que estabas haciendo, que dibujaste aún el viernes. O estás sentado en tu sillón en la sala, o en tu silla en el comedor, o antecomedor. O en tu cama, o junto a tus cenizas que están en la chimenea mientras decidimos llevarte parte a La Soledad y parte a un nicho en algún lugar.</p><p>Ayer estaba en el coche, y cerré los ojos muy fuerte, y te inventé: te inventé sentado a mi lado, inventé que estaba tu mano, inventé que la tomaba y que cerrabas tus dedos sobre los míos. Y de tanto inventarlo se hizo verdad. Ahí estaba tu mano, enorme, con tu anillo de bodas, con tus dedos que medían mas de una cuarta común y corriente. Calientita y adorable como siempre.</p><p>Papi, ¿Cómo te doy las gracias por todo? Me dejas amigos tuyos, me dejas tíos que no son mis tíos, me dejas hermanos del alma, me dejas hermanos y sobrinos que adoro. Nos dejas con mamá que es tan grande como tu, tan leyenda como tu, tan hermosa como tu, tan sabia como tu.</p><p>¿Cómo hago para guardar todo esto que me sigues dando?</p><p>Ya se que te di permiso para irte, nunca te lo dije, pero se que lo sabias porque no te regateé, pero no quería que fuera tan pronto. Ojalá me hubieras desobedecido, y estuvieras aquí sentado en la sala, en tu sillón beige, jugando tu solitario, mientras yo escribo esto, y veo la repisa de la chimenea con la caja de madera que tiene tus cenizas.</p><p>(1) Tu forma única y absoluta de decir "mucho"</p><p>(2) Aquel: persona que te hizo pasar unos malos ratos en vida.</p><p>(3) (nota aclaratoria: conti, siempre fué contigo, pero resumido por ti)</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_wWSNxcISBu6PaBdwUNAhgo3pwgdar9MnL5p0B2B-51nd9gKdhlPnf3BJCNYqSbxYSKzr2iReItsy3994TYu2lvn9DKddCdTZwz-ehCkLDWSwtKke3Y8fwX7AUH_8_x99YZAe-OfbdmY/s2048/papa+may+ay+yo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1989" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_wWSNxcISBu6PaBdwUNAhgo3pwgdar9MnL5p0B2B-51nd9gKdhlPnf3BJCNYqSbxYSKzr2iReItsy3994TYu2lvn9DKddCdTZwz-ehCkLDWSwtKke3Y8fwX7AUH_8_x99YZAe-OfbdmY/s320/papa+may+ay+yo.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p>Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-5798546378196376532019-06-24T14:14:00.001-05:002019-06-24T14:57:05.545-05:00RamónAnoche llegaste a mi sueño en intermitencias. Te recordé hablando con las manos, viendo <i>hipnóticamente</i> lo redondas que eran tus uñas, lo blancas, bien pulidas y recortadas. Tu cara, tan ajada, tan curtida, con tantas marcas de ceños fruncidos por leer tantas lineas en tantos libros, por tristezas pasadas, por insomnios constantes. Sudabas un poco, recuerdo tu argumento al respecto: la temperatura de tu cuerpo era un grado mas alta que el de todos los que te rodeábamos. Tenías 37 grados, cuando todos nos conformábamos con míseros 36 grados corporales.<br />
<br />
Tenías paciencia de santo, alma alburera de nacimiento, eras empático con todas las causas, eras el Charro Negro, el Maestro, el amigo amable, el maestro objetivo. Tenías mas vidas vividas que cualquiera de nosotros.<br />
<br />
Me enseñaste a ser práctica y objetiva. Me diste lecciones de tolerancia. Cuando hacía las cosas mal tenías ese elegante estilo para no hacérmelo ver mas que de forma positiva.<br />
<br />
Recuerdo que siempre me decías que tenía que meter tijera (hoy no lo haré). Que lo que se tenía que decir en dos palabras, no era ni en tres ni en cuatro. Lo curioso es que esto lo apliqué en muchos aspectos de mi vida: en palabra escrita, en pensamiento y palabra hablada: me hiciste concisa, breve y expedita; eso lo trasladé a los amores y a los pesares: lo que tenía solución se arreglaba en un dos por tres, lo que no, a la chingada, y el amor se daba con todo y así se recibía.<br />
<br />
Me enseñaste a creer en la<i> bibliomancia</i>, en el arte de dejarme seducir por lo que cayera en mis manos, a que el libro me elegía y no yo a él. Me enseñaste a no dejar de leer lo que me haría sufrir, que no todo era una historia estúpidamente simple que me dejara en una zona de confort, la única aparentemente conocida por mi hasta entonces. Me enseñaste a leer lo bueno, a regocijarme con los nudos de palabras y sentidos que me transmitían un fuego que me revivía y me atraía. Desentrañé a Ian McEwan bajo tu batuta, a Joyce Carol Oats, a Margaret Atwood.<br />
<br />
Me enseñaste a la Monja Portuguesa de Mariana de Alcoforado que leí y releí en un librito que me regalaste. Me abriste las puertas a la poesía de e.e. cummings que se convirtió en mi gran favorito. Me enseñaste portadas de libros que se publicarían que después pegabas en un mural-altar en tu oficina. Me diste a leer libros que se publicarían <i>-o no-</i>, en México. Me diste probadas de otros. Escribiste tus <i>Ardores que Matan</i> a la par que nosotras hacíamos vanos intentos por escribir cuartillas que descuartizabamos en nustro amado taller en Miguel Angel de Quevedo, un oasis por unos años, un tiempo inolvidable que tengo bien guardado y acurrucado en medio del plexo solar.<br />
<br />
Me regalaste una insignia soviética con un "3" que me ha acompañado en mi escritorio por años. Ese día te empezamos a decir "Camarrata" en una suerte de doblar las "r" de Ramón y de Camarada y darle mas retumbe a tu nombre que ya de por si en tu larga percha era escandaloso.<br />
<br />
Mi terapia en años tan duros fue escribir. Hoy me leo y leo a una mujer que no tenía Oriente, que buscaba desesperada un sentido. Tu fuiste el gran maestro en esas épocas. Nunca te lo agradecí Ramón, o si lo hice, fue pobremente, en pocas palabras, y esa era la excepción a la regla de lo que me habías enseñado: tenía que haber sido larga y rimbombante en algún intercambio de los muchos que tuvimos y no lo fui. Perdóname, Ramón querido.<br />
<br />
La lección mas importante que me diste, fue con la que viviste cada día. Tu sabías mas que muchos de nosotros, pero nunca nos hiciste sentir menos. Nunca nos corregiste ni una falta de ortografía, esas las descubriríamos después. Nos acorralabas para que solos descubriéramos el camino, el origen de todo, la verdad de casi todo.<br />
<br />
Me dejaste hoy con un dolor amargo cuando desperté y te habías puesto de personaje estelar en mis sueños. Un abandono inusitado. Me dieron ganas de llorarte a destiempo, varios días después de haber sabido que nos dejaste, y qué mejor terapia, que escribirte esto, y darme cuenta que hace tres años no me sentaba a expiar mis penas y atorar las lagrimas que no quiero llorarte gran amigo mio porque quiero creer que nunca te irás, los grandes amigos nunca se van.<br />
<br />
Gracias Camarrata.<br />
Happy Bloomsday forever!<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoBc6R_n8BbYzlp0m7ezZuD5DXKsXsTQZpZOG-XrlU6MKOURE_rzCTXfvigibOv22OGxYZn2YnLtUrbrSZ_7MqJp-WdOqmkdVokMI14zwOupXuB6K6Mr91SYBv2IkSVcdKCsGo4PHn09o/s1600/IMG_5563.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1051" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoBc6R_n8BbYzlp0m7ezZuD5DXKsXsTQZpZOG-XrlU6MKOURE_rzCTXfvigibOv22OGxYZn2YnLtUrbrSZ_7MqJp-WdOqmkdVokMI14zwOupXuB6K6Mr91SYBv2IkSVcdKCsGo4PHn09o/s320/IMG_5563.jpg" width="210" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-73718505202683000632016-05-06T13:17:00.001-05:002016-05-06T13:17:18.251-05:00Piedra y caracolHay días que regreso al pasado reciente y me sale fuego de la yema de los dedos, especificamente índice y cordial, y tengo pequeñas implosiones en el plexo solar que me achican, me encogen, me atrapan en sueños alucinados donde cierro los ojos y veo crestas de olas que rompen en mi espalda y piernas. Abro la boca y saco la punta de la lengua tratando de atrapar gotas de lluvia donde no llueve, entonces la cierro para respirar con la boca y puños cerrados, ojos apretados pero oídos alertas.<br />
<br />
Todo parecería indicar que me encuentro abrumada, absorta en dolores inexistentes cuando en realidad me siento mas resucitada que nunca antes. Mas viva que ayer, mas enérgica que antier y mas recién nacida que hace 46 años.<br />
<br />
Y entonces abandono mi cuerpo y me veo desde arriba, como ángel de mi guarda, como alma colgada de mi misma melena, y me veo de espaldas, recorro con la mirada de mi alma mi cuerpo hecho ovillo, capullo, redondo de carnes y marcada la columna vertebral partiendome en dos mitades casi exactas -pero no-, y quiero tocarme pero mi alma no tiene tacto, solo vista y olfato. Me respiro y quiero alcanzarme el cuello y vuelvo a recordar que no tengo dedos, y entonces quiero comerme con los ojos...<br />
<br />
...y entonces llega un silencio, donde mi cuerpo tiene los oídos alertas y trata de escucharme arriba, aún colgada de la trenza que me tejí en la mañana...<br />
<br />
y cuerpo y alma empezamos a quedarnos quietas, inmóviles, absortas una en cuerpo y otra en espíritu, sin movernos, solo sientiéndonos, buscándonos estáticamente, pausadamente, rítmicamente.<br />
<br />
La del cuerpo siente el mareo del <i>mar de fondo </i>que nadó el fin de semana, la del alma, ella no siente nada aparentemente, pero no importa, no tiene que sentir, con solo asirse a la trenza es suficiente, solo flota sin sentido y disfruta esa expansión que no sabe cuánto mide pero que debe pesar unos 6 gramos de aire que la del cuerpo respira con olor a algas.<br />
<br />
La del alma suspira lentamente haciéndose aún mas larga, como lo largo que puede ser un sueño justo antes de despertar cualquier amanecer, y la del cuerpo abre las manos para cerrarlas enseguida atrapando una piedra lisa y gris en la diestra y con un caracol blanco con manchas rosadas en la siniestra, aferrándose a la inmaterialidad de esos dos seres inertes que le ponen los dos pies sobre la tierra.<br />
<br />
y entonces la del cuerpo pone las manos en la trenza y la del alma se le mete de nuevo al cuerpo<br />
<br />
Y así acabó un segundo de mi vida, que parecío toda una vida<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKXXGRMeAVOkg835qqBV3rcLPD1Hk8xD6exTiiTJ9YUXMnJoJfi5R4llO3ncxRzs9xB8JWV7LUMOTTJztblcOy6LpseLbjUcWG74O2i-6yJGzelhe8PAGgfOkUxG_gDT1UYan1LGM7D-0/s1600/FullSizeRender.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKXXGRMeAVOkg835qqBV3rcLPD1Hk8xD6exTiiTJ9YUXMnJoJfi5R4llO3ncxRzs9xB8JWV7LUMOTTJztblcOy6LpseLbjUcWG74O2i-6yJGzelhe8PAGgfOkUxG_gDT1UYan1LGM7D-0/s320/FullSizeRender.jpg" width="179" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sirena de piedra</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-55856149459816334102016-03-24T15:46:00.002-06:002016-03-24T15:46:33.019-06:00EliEli se murió hace dos semanas, de esas muertes inexplicables: 24 años, deportista, interesada por las causas perdidas, los animales indefensos y el vegetarianismo.<br />
Un día, llegó a Tulúm, en su cabaña había un zorro, le rasguñó la cara y de paso le sembró rabia. No hubo nada que hacer, no hubo vacuna pero si un coma inducido del que no despertó semanas después.<br />
<br />
Y mientras me platicaban la historia de Eli, pensaba que justo ayer contigo hablaba de la muerte. Tu decías que yo te iba a enterrar, yo te decía que no, que no soporto la idea de los tres metros bajo tierra aunque esté muerta y tu muerto. El solo pensarlo me abruma y me pone claustrofóbica. Me pone mal. Tal como me has puesto estos días.<br />
<br />
En un lugar en Acapulco, en el fondo de alguna bahía de ese mar, está la Vírgen de Guadalupe. Mi amigo Luis, que es cura y además Monseñor me dijo que las autoridades ya prohibieron que la gente vaya y le eche a la Virgencita las cenizas de sus muertos. Resulta que ya hay muchos muertos nadado en ese lugar, y que los muertos, aunque hayan ya cumplido esa parte de "polvo eres y en polvo te convertirás" y pienses que son orgánicos y biodegradables, contaminan los mares.<br />
<br />
Quién lo iba a decir.<br />
<br />
Y entonces me platicó una de las ideas mas locas que he escuchado: que quieren hacer un acuario con urnas dentro del mar donde van a copiar a la Virgencita para que la gente ponga a sus muertitos allí.<br />
Y me dijo Luis: "la gente necesita tener ese sentido de permanencia, de trascendencia, de pertenencia", lo que traducí como que tus muertos sepan que los vas a ir a ver a un lugar, que tus nietos aunque no los visiten nunca sepan que están allí, que sepan los muertos y sus vivos que van a tener ciertas coordenadas específicas y eternas en un pedazo de mar, o de tierra, o de aire.<br />
<br />
Y yo pensaba que cuando me muriera quería que me pusieran en el mar. Que me aventaran. Y tu pensabas que querías estar con tus hijos en ese cuadrito de cemento en esa iglesiota. Y después te dije que me daba igual, que yo te iba a aventar en la Playa Balandra, a lo que me contestaste que nada de aventar...que se decía "depositar".<br />
<br />
El punto de trascendencia de esta historia, es que el otro día me mataste viva, estaba muy feliz contandole historias a Merlina y a Molly Bloom cuando me llegaste por la espalda, sin previo aviso, y no fué para abrazarme como muchas veces lo haces: que pasas tus manos por encima de mi ombligo y pones la boca en mi cuello dándome unos besos que acaban en mordiditas mientras me abrazas fuertísimo.<br />
<br />
No.<br />
<br />
Llegaste por detrás, como cuando estoy lavando los trastes a veces, y sacaste del escurridor el cuchillo azul, ese que tiene una funda muy moderna y me metiste la punta por el ombligo, ahi donde estaba conectada a mi mamá antes de nacer, metiste la punta muy rápido, y la desviaste hacia el higado y después hacia el corazón.<br />
<br />
A mi, ni tiempo me dió de quitarme la sonrisa que me había salido porque pensaba que de ese abrazo seguramente acabarías haciéndome el amor. Se me quedó congelada la sonrisa, que después se me convirtió en carcajada cuando me acordé que querías que a tu velorio fuera vestida de negro de pies a cabeza, con medias de encaje y tacones de aguja, las uñas pintadas de rojo y el escote tan escandaloso como se pudiera dentro del recato de tu velorio.<br />
<br />
Pero esa carcajada me dolía, me sigue doliendo, me duele a mitad de la panza desde donde me salió la risa, me duele atras del costillar, me duele en el plexo solar, y me ha tenido en insomnio absoluto por dos noches.<br />
<br />
La piel se me emepezó a transparentar, y seguramente por eso me viste mas pecas de las que tengo, el cuello se me está descamando como sirena fuera del agua, el ombligo se me abrió y de forma inútil quiero conectarlo a mi mamá de nuevo para que me abrace y me consuele como lo ha hecho siempre.<br />
<br />
Este dolor es como las rosas rojas que me regalaste y que puse en el florero de mi semanario, que llevan una semana ahí chupándose el agua del florero de cristal cortado que me regaló mi mamá un día, nomás porque si. Este dolor quiere chupar el agua del florero, evaporarla y condensarla de nuevo de tanto que llora, se rehusa a morir recien estrenada esta Primavera que tiene las hojas marchitas y oxidadas.<br />
<br />
Este dolor me está matando, porque la cuchillada me la diste sin la menor provocación, en el mejor momento de nuestras vidas.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7ontgk2fr5TWLkjp7eQmoZOR5fj82QhHDJ0WlvQbNK3tfRRn9o9MlCvnnsy8VQv7WzhBanoC6RQOtJO8kGgR-AhqkWQByveh2SBZpCb-1XlUbRSDZWVnflqK1_LkerKWqB0KO8sYN5_U/s1600/IMG_3801.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7ontgk2fr5TWLkjp7eQmoZOR5fj82QhHDJ0WlvQbNK3tfRRn9o9MlCvnnsy8VQv7WzhBanoC6RQOtJO8kGgR-AhqkWQByveh2SBZpCb-1XlUbRSDZWVnflqK1_LkerKWqB0KO8sYN5_U/s320/IMG_3801.JPG" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rosas muertas</td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-12356756344168154852014-05-21T11:36:00.003-05:002014-05-21T11:36:45.785-05:00AtadaDurante días he tratado de encontrar el punto común entre la realidad alucinante de mis días y la imaginación desbordada que me ataca por las noches disfrazada de sueños inútiles donde los protagonistas nunca llegan a firmar contratos o a hacer juramentos de sangre o promesas de <i>boy scouts.</i><br />
<br />
Nadé el Mar de Cortés con ropa que no me pesaba: un saco azul, pantalones beige y blusa azul cielo. Me aventé al mar sin temor alguno, sabiendo que podría nadar kilómetros porque aparecías nadando a mi lado. Incluso traía colgada a la espalda la <i>back pack </i>que usé el fin de semana con la manzana que no comí, con plumines de Office Max, con un bloqueador solar y una cachucha. <br />
<br />
Lo que me pesaba eran los pies, se hundían. Tenía puestos mis tenis <i>adidas adizero</i> rosa fuerte, que no pesan nada, pero el asunto no era la ropa, ni la <i>back pack</i>. El punto era que las rodillas se me venían abajo, -pese a todo no me hundía-, podía seguir nadando, por horas, lo sabía, te veía a cada brazada nadando perfecta y agilmente a mi lado, y te alcanzaba con todo el equipaje que traía -traigo- encima de mi...con todo y las piernas inutilizadas.<br />
<br />
Antenoche me hablan de un nuevo cuadro en mi vida, que me vienen a pintar sin que haya pedido. Me ponen el caballete frente y me dan los pormenores de mis próximos meses con pincelazos absurdos, abstractos.<br />
Y me quedo callada, tratando de escapar hacia mis sueños, hacia mi plan de vida, el que me hice hace muchos meses. Asiento con la cabeza, con lágrimas rodandome saladas e hirvientes por la cara. Con una punzada terrible en el corazón que me abarca todo el cuerpo, y siento que alguien me abrocha grilletes a los pies.<br />
<br />
No puedo caminar mis pasos más. Tengo que caminar los del destino que me pusieron hace dos noches. Los tengo que caminar sola. Las lágrimas se me secan en el día pero las lloro en las noches, la fuerza la tengo extinta en el alma. La sonrisa se me heló, los dedos y brazos se me entumieron como las pocas veces que me he asustado en la vida.<br />
<br />
Y entonces até cabos, uní los puntos de mis historias, de mis palabras, de mis respiros.<br />
<br />
El sueño era el futuro.<br />
<br />
Me pesan tanto los pies por los grilletes que me ataron antenoche.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW1eELxeqjT2EhL9Rj1vWj9jJ68ec8D_cvikyk6Kq0sCsEcH4QNfH96AgqF4BPS2xbBtVM9MKSlb29FslV7zKS85qyl_Au7WdqzVlRXflao0xNBo4lp4itDQBkEXTwI533BXzxCYTlBMI/s1600/20140521_112957_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW1eELxeqjT2EhL9Rj1vWj9jJ68ec8D_cvikyk6Kq0sCsEcH4QNfH96AgqF4BPS2xbBtVM9MKSlb29FslV7zKS85qyl_Au7WdqzVlRXflao0xNBo4lp4itDQBkEXTwI533BXzxCYTlBMI/s1600/20140521_112957_1.jpg" height="200" width="112" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Grilletes</td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-91650743155448573252014-02-14T16:46:00.001-06:002014-05-21T11:41:42.838-05:00Una lágrimaHace mil y una noches, dejé mi cuerpo hecho un ovillo junto al tuyo y mi fantasma se desdobló en un vuelo lento y suave al sillón de tu estudio. Me senté en el <i>love seat</i> con las piernas, etéreas, dobladas debajo de mi y mi cara viendo hacia el sillón donde te sientas algunas veces, donde me leías, desde donde me hablabas, desde donde nos mirábamos, solo que estaba vacío de ti porque estabas ocupado en la cama abrazándonos y entonces yo no tenía con quien hablar, así que dí la vuelta viendo el piano, tu computadora, el atril, los cientos de libros y miles de discos, hasta que tus violines me sonrieron.<br />
<br />
Me levanté apenas poniendo esfuerzo en un vuelo que me llevó a mirarlos bien de cerca, -tal como quise hacerlo siempre que estuve allí, pero me imponía tu presencia como dueño de ambos y conocedor de cada milímetro de esas maderas por encima de mi ignorancia ante esos temas-, y entonces me acerqué aún más, y me encontré respirando tan cerca de ellos que mis pestañas acariciaban las cuerdas y mi aliento hacía vahos sobre sus barnices mientras mi boca apenas tocaba la curva del oído de uno de ellos. La punta de mi lengua quiso saborear sus volutas y así descubrí la esencia de tus dedos impregnada por todas las veces que las has tocado.<br />
<br />
Los estudié descaradamente hasta que me atreví a acariciarlos con las puntas de los dedos y en un segundo ya los tenía fuera de su estuche, sentandome en el suelo en flor de loto con ellos en mis muslos. Los arcos no se quedaron atrás: estaban tejiendome en el pelo un chongo oriental, como esos que se hacen las geishas con palitos lacados, pero también aprovechaban para deslizarse en la curva de mi espalda, con sus crines tan tensas contra mis vértebras tan inasibles.<br />
<br />
Con solo tocarlos y dejar que me tocaran, me aprendí sus historias. Por separado me contaban su versión de tu historia. Yo cerré los ojos y me dejé llevar sin pensar porque decidieron darme un concierto tocado por tus manos en muchas épocas de tu vida. De todas tus vidas.<br />
<br />
Ellos eran todas tus mujeres, ellos eran una lágrima hecha madera. Una sola. Una lágrima que nunca lloras porque aunque nunca me lo has dicho, sé que no entra en tu partitura de vida derramar lágrimas ni de alegría ni de tristeza. Eran tu infancia robada, eran tu alegría al ser padre, eran tu lucha contra ellos mismos y tu placer en ellos cada vez que rasgas sus cuerdas, cada vez que entran en ese espacio cóncavo-convexo de la suavidad dulce de tu cuello y de su fuerte barriga de madera. Eran un trozo de arce que recorrió caminos fríos en su concepción, líneas de vida de manos de mujeres que los labraron, porque curiosamente, <i>-cosa que no sabes tu pero que a mi me confesaron-</i>, fueron lauderas quienes los concibieron. Eran <i>diosas</i> y <i>mujeres</i> que con dedos prestos injertaban un alma en tu música desde entonces. Eran mujeres felices, que reían todo el tiempo mientras tallaban partituras y cantaban las notas que arrancarías en cuerdas de oro en esos violines. Eran mujeres melancolicas de tu música por anticipado. Admiradoras tuyas antes que nacieras, -<i>y no se equivocaron</i>-.<br />
<br />
Recorrieron caminos tropicales después para llegar a tus hábiles manos, esas que acariciaban mi cuerpo en ese momento al otro lado del apartamento. Te acompañan cada noche, invisibles y con olor a jazmines, al quedarte dormido y durante esa duermevela donde sientes que los tocas aún. Intentan dormir cada luna cuando lo único que quieren es arrancarte sonrisas mudas, silencios alegres y carcajadas furiosas y exaltadas.<br />
<br />
Te miman, te seducen, te halagan, solo desean como ninfómanas de ti que tus manos les recorran, que tus ojos les miren, que tu deseo se apodere de sus cuerdas hasta hacerlas llegar a ese climax profundo e inerte que desvela a todas las almas.<br />
<br />
Me contaron que son una sola lagrima.<br />
<br />
-La que soltó tu madre cuando te parió, la que te lloró tu hija un día con aquella discusión inútil, la que lloró tu primera esposa cuando cortó la vida que le nacía, la que lloró tu abuela cuando vió tus ojos de color tan perfecto, la de varias enamoradas que se quedaron sin tus querencias, y la útima, la que te lloré hace unos días extrañando tus historias y por sabernos perdidos en los mares de Cortés, alejados de nuestro pasado, tan cercano como hoy, tan lejano como mañana donde no estaremos, <i>-donde quisimos estar-</i>.<br />
<br />
Y abriendo los ojos mientras me salía una sola lágrima que cayó sobre el violín de Porfirio Díaz, los guardé cuidadosamente en su estuche de nuevo, y regresé a la cama contigo, y pasaste la pierna por mis caderas, en ese abrazo que tanto me gusta, y dormí, por primera vez, y tu, dormiste por primera vez, y me perdonaste lo imperdonable, y te quise más, mientras escuchaba como tocabas en tus violines el día de mañana la música mas hermosa que nadie ha escuchado jamás.<br />
<br />
Ni siquiera Henryk Szeryng.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA3TG9_KaorzQkPtqNvUuiWFcpheKLltkfnCYssPuHO9kutked9NSPiJ1JsXdBZ9zK_nWFRpvhLB1bUnsGjiMXAWK54qqBptp1vr4wRv90Jsn4z1hpGxsrQ8yzNeR-VjfkS7VRHVUQlJI/s1600/20140125_145812_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA3TG9_KaorzQkPtqNvUuiWFcpheKLltkfnCYssPuHO9kutked9NSPiJ1JsXdBZ9zK_nWFRpvhLB1bUnsGjiMXAWK54qqBptp1vr4wRv90Jsn4z1hpGxsrQ8yzNeR-VjfkS7VRHVUQlJI/s1600/20140125_145812_1.jpg" height="113" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los violines de Cristobal</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-75936527552247687832014-02-12T16:26:00.003-06:002014-02-12T16:26:58.750-06:00Fray AngelicoHoy me vestí de negro, me enfundé las piernas con medias negras, tacones altos de aguja, me colgué una cruz de plata de filigrana al cuello, y me encaminé a la Catedral.<br />
<br />
Me colgaba del antebrazo una pequeña bolsa cuadrada de piel, y me dí cuenta que me había puesto unos delgados guantes negros debajo de mi enorme anillo de amatista. Lentes oscuros <i>ray-ban</i> enmarcaban mis ojos apenas maquillados y me puse en la cabeza la mantilla de mi abuela al entrar a misa de doce.<br />
<br />
Era la misa del Beato Angelico, el Fraile de los Artistas, el Mago del Arte, el Semidios de lo que medio hacemos para vivir. Murmuré alguna oración olvidada mientras hacía una breve genuflexión ante los capiteles y bóvedas que se erguían frente a mi y me besé el pulgar cruzado con el índice con los labios pintados de rojo fuego entreabiertos.<br />
<br />
Me senté cruzando las piernas sin perder de vista el péndulo que hace las veces de nivel en medio del pasillo de la nave principal mientras escuchaba al Padre Hernández Schäfler dictar un sermón a los artistas y pedía inspiración divina para seguir creando arte en todas sus modalidades con la vaga promesa de hacerlo sacro y de refilón poder obtener la gracia de entrar en las puertas de algún paraíso inimaginable.<br />
<br />
Yo solo veía el pendulo en forma de lápiz gordo y pesado y deseaba descruzar las piernas de nuevo, y de nuevo, y de nuevo. Mis murmullos cantaban a las ballenas del Mar de Cortés oraciones entrecortadas y totalmente paganas y mi cara era tan angelical que el Padre Schäfler estaba a punto de firmarme en blanco un pase directo a formar un Cuarteto con la Santísima Trinidad.<br />
<br />
Nos bendijeron a todos por igual, sin darse cuenta que a mi no me llegó ni una gota de agua bendita porque mis tacones ya se largaban a la Sala Capitular, con una música marcando el ritmo de mis pasos. Y era el <i>Whale Rising Spirit</i> que me tocaba desde el piso y se me subía por las piernas, y se me metía al cuerpo como tu lo hiciste, y me trastocaba la epidermis, -hasta que tomé una copa de Blanco Casa Madero y brindé con el Padre Juan y hablábamos de arte, sacro y profano, rodeados de cuadros pintados con caras angelicales de cardenales, con casilleros de madera marcados con <i>dymos</i> con los nombres de los curas que ofician en Catedral, y así me bebí varios mililitros de Chardonnay, hasta que las ballenas me instaron a salir jalándome de la mantilla de mi abuela que ahora se me resbalaba por los hombros desnudos, y casi sin despedirme, sin mirar atrás, encaminé mis pasos al Zócalo, donde te dije:<br />
<br />
"Cristobal, he elegido quedarme con la Sinfonía de Nuestras Ballenas en nuestro reparto de bienes. Debo decirte que ayer las escuche en <i>youtube</i> por horas y horas, que las pedí por Amazon hasta Japón y me llegarán en 21 días",<br />
<br />
y claramente, desde el Palacio de Medicina, o desde Arcos de Belén, me respondiste que sí podía quedármelas. <br />
<br />
Me puse de nuevo los lentes de sol, subí al coche, y viajé de regreso marcando en mi globo terráqueo por visitado el Perito Moreno junto contigo ese día que vimos los álbumes de fotos de tu historia.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnc26ixDkLgnAHe4MkSIrx1wQlmlJMWnEGhKEcERQ_MH3pl9J03LBG_9XEqBCU1ytP-0tp0OjDplr4MHC4who0d9AluqnpZv9ktNO-nq2CkUj6uTi0AXt9rhtMirfVQk7veIp2uCN67AY/s1600/IMG_20140212_124035.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnc26ixDkLgnAHe4MkSIrx1wQlmlJMWnEGhKEcERQ_MH3pl9J03LBG_9XEqBCU1ytP-0tp0OjDplr4MHC4who0d9AluqnpZv9ktNO-nq2CkUj6uTi0AXt9rhtMirfVQk7veIp2uCN67AY/s1600/IMG_20140212_124035.jpg" height="200" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mi Perito Moreno</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-2700384501908353322013-12-04T16:32:00.004-06:002013-12-07T17:43:33.766-06:00Las letras de tu nombreMe trato de curar el enojo remojándolo en una botella de agua Bonafont que tengo al lado, todo para darme cuenta que necesita unas cuantas gotas de vodka o de gin para alcoholizarme en una nube entumida de frustraciones y abrumaciones que se ponen sobre mi de color negra, negrísima, con tintes violeta y morado, con rayos y truenos ensordecedores, que atrapan mi cerebro y lo engatuzan en enredos amorfos que se me meten por las fosas nasales al respirar.<br />
<br />
Y todo empezó anoche, cuando me quise pelear con el primero que se me topara en frente, y como no resultó, aventé el plato que tenía dos brocolis, seis fusillis integrales y media rebanada de pechuga de pavo rota en pedacitos aderezado con aceite de oliva extra vírgen y sal perfumada con pimientas de colores.<br />
<br />
Y como no resultó que el plato se haya roto dramaticamente como en una escena de película, porque en realidad solo fué un tímido empujón malhumorado, me fuí masticando dos o tres fusillis furiosa a la cama, me metí a las sábanas y seguí masticando, porque la pasta, cuando es integral, tardas tres veces mas en masticarla y tragarla...<br />
<br />
Decidí que como no andaba de buenas, no me cepillaría los dientes con la nueva pasta "<i>Tom's from Maine</i>" que compré, que es orgánica y sabe muy rico, que por una noche que no la usara, no me saldrían caries. Y seguía masticando, y se me escurrían lágrimas calientes por los ojos, tan calientes que me quemaban los cachetes, pero como una vez mas, no resultaba el enojo ni las lágrimas, y porque no veía a nadie alrededor que pudiera ser receptor de palabrotas (había cerrado la puerta con un azotón y ni Merlina había alcanzado a entrar detrás de mi), decidí dejar de llorar un poco y tragarme el fusilli masticado.<br />
<br />
Apagué la luz, me tapé bien porque había leído en algún momento que la "Comisión Nacional del Agua" pronosticaba temperaturas muy frías por la noche, y me sentí confundida pensando por qué no lo había pronosticado el Meteorológico Nacional. No me cuadraba pero estaba segura haberlo leído, y sentía el Frente Frío Número 16 colándose por las ventanas<br />
<br />
No resultaba nada.<br />
<br />
Me destapé y salí volando a regañar a mi hijo, regañarlo con palabras atropelladas, con el dedo índice moviéndose violentamente de arriba a abajo, señalandolo y queriéndo dispararle algo que le entrara en la razón de los sentidos de un adolescente con una madre histérica, y me sentí ridícula gritoneando palabras sin sentido a un hijo que mide casi treinta centímetros mas que yo....-debo confesar que me salí del cuerpo un momento para verme de fuera, y mi otro yo se moría de risa ante esa escena tan ridícula-, y así como empecé la gritoniza, que estaba compuesta de gritos emputados de principio a fin, así la terminé, para regresar ya no tan violentamente a la cama, con mi pijama de Hello Kitty, y dejar la puerta un poquito abierta, para ver si alguien entraba en algún momento de la noche a abrazarme...<br />
<br />
Pero las cosas no pueden resultar así.<br />
<br />
No recuerdo, -en verdad-, la última vez que me haya ido a dormir tan estupidamente enojada con todos, y como tal, pasé la noche, entre sueños alucinados y malhumorados que no me dejaban en paz...<br />
<br />
Si recuerdo, cuando desperté, que apagué la alarma, decidí que no quería despertar, que no quería echar a andar el día, que no quería poner los pies sobre la duela del piso, pero tenía que hacerlo, y traté de formular las dos primeras palabras que pronuncio siempre para despertar a mi hijo...<br />
<br />
Y no podía recordar su nombre, ni pronunciarlo, ni sacar una sola vocal de mi voz...<br />
<br />
Tenía el nombre de mi hijo en la punta de la lengua, pero no lo podía recordar, y empecé a desesperar, y a sentir que me moría un poco...<br />
<br />
Hasta que decidí que no podía morir enojada porque me olvidaría hasta de mi nombre...<br />
<br />
Y grité su nombre que me salió de las entrañas.<br />
<br />
Y brinqué de la cama para poner la cafetera y echar a andar un día en el que me aterraba olvidarme hasta de quien soy.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWfJyzCo-FyCBB-5Mg55u2StNaam7lSzz0WnE4234j64KlRLrUz0gNtFXaiq_WuB4fHn3FMxNC2hohKu7uQu7RwJKhsJOrlkzz43EeAfv9tdXA8uM1U-gDU-Gfg6Dvo_0zUv_IajU4Qk8/s1600/la+foto(23).JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWfJyzCo-FyCBB-5Mg55u2StNaam7lSzz0WnE4234j64KlRLrUz0gNtFXaiq_WuB4fHn3FMxNC2hohKu7uQu7RwJKhsJOrlkzz43EeAfv9tdXA8uM1U-gDU-Gfg6Dvo_0zUv_IajU4Qk8/s200/la+foto(23).JPG" width="156" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fusilli integral con brotes de brócoli al dente</td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-41029883564550563342013-11-19T20:08:00.001-06:002013-11-20T10:34:26.110-06:00InventarioQuise abrir un Excel para inventariarme los recuerdos, pero sabes que siempre he sido mala con eso, nunca entiendo las fórmulas y las sumatorias las hago con los diez dedos, cuando se me complica sacó la calculadora, pero ahora tengo el corazón dividido en celdas de un documento nuevo y las escribo en bold y con itálicas.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
Hoy no hacen falta sumatorias, sólo anotaré pocas cosas, tengo que elegir de manera práctica e inteligente porque sí no me ahogaré en la sal de mis ojos así que c<span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">ada celda la lleno con una sonrisa, la remarco con amarillos fluorescentes o con rojos carmín. </span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
Anoté la pluma ecológica que me regalaste, resté las cinco canas que me arrancaste. Multipliqué las células de la piel de tu espalda que electriza la yema de mis dedos, me cosí a los ojos visiones de ese té negro que pediste ese día y que recordamos hace un rato junto con el paisaje de esa carretera que nos deshizo la realidad por un momento.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Me tapé los pies helados y el movimiento de la cobija sacó tu olor de los recuerdos que me llegaron desde la puerta abierta siempre para ti.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
¿Sabes lo que daría por poder enfrascar ese olor tan tuyo? Tal vez dejaría de viajar o de pensar en el mar si pudiera ponerle precio...o ver los partidos de tu equipo favorito...o dejar de comer chocolates, todo eso, si ese olor pudiera encerrarse por siempre. No cabría en el Excel, porque me desbordaría como lo haces siempre desde tu silencio que siempre me observa, que calla y voltea a la derecha, o que se tapa con ese comentario tan tuyo que siempre me hace reír.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Anoto en el inventario a ese gato blanco perdido que querías me llevara y le dejó la consigna a esa esquina, la del gato blanco, para que siempre que pases por allí, me pienses y siempre te acuerdes que al día siguiente regresé a buscarlo y no estaba: tu diciendo que lo habían atropellado y yo que había encontrado su casa de nuevo. Te pondré en un sobré las cinco canas y te las mandaré con un timbre bien mojado con mi lengua, lenta y eróticamente, por correo para que me cosas aún más a ti, para que cada amanecer tengas que sacudirme del sueño con un millón de besos. También te dejaré metros cúbicos de agua de alguna alberca que lleve agua de azahar en vez de cloro y a cada brazada que des, quieras abrazarme desesperadamente y sin remedio dudando si alguna vez nos inventamos de tan perfecto nuestro amor.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Yo, me guardó el aire de tu olor, no en frasquitó, me lo guardo aquí junto, para que cada noche que quiera abrazarte, ese aire dibuje la forma de tu espalda perfecta y profundamente dormida, tal como mereces dormir, tal como lo hagas ahora que ya no nos despertaremos a las seis de la mañana religiosamente todos los días.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Me quedo con el seis y el nueve, que si los pones de cierta forma, hacen un infinito perfecto...</div>
<div>
<br /></div>
<div>
...pero ahora que lo pienso...</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Dime para que hago un inventario, si más bien esto es un testamento.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Me mataste y te maté...ya no tenemos más que ese aire que no se puede embotellar que alguna vez hace unas horas, respiramos juntos, mientras nos soplábamos un último aliento en ese beso tan lento y tan lleno de ti y de mi, con nuestras lenguas tan ardientes, asesinándose para no vivir más sin vivir juntos.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<br /><div class="separator" style="clear: both;">
<br /></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6d-Nm9KdgqfEBvnNnHfuiwX7D-boCiDGFF82qVrahJDDT5C5boqaWM_akY8ALtY7aJ3fcvEp3eNdlRFtfbndFPKmq5Q1RA7ScaUicKwsTl4x2FxcBqppkRbXFVqp_gNJ0Seon6l9X2h4/s640/blogger-image--506697363.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6d-Nm9KdgqfEBvnNnHfuiwX7D-boCiDGFF82qVrahJDDT5C5boqaWM_akY8ALtY7aJ3fcvEp3eNdlRFtfbndFPKmq5Q1RA7ScaUicKwsTl4x2FxcBqppkRbXFVqp_gNJ0Seon6l9X2h4/s200/blogger-image--506697363.jpg" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Aire en nuestras aguas </td></tr>
</tbody></table>
Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-16200127029735335762013-11-09T12:22:00.000-06:002013-11-09T12:49:57.590-06:00Lorenzo y PatriciaY de repente, sin aviso, me llegó a la mente.<br />
<br />
Era un recuerdo ya vivido. Era un silencio que me remontó a casa de mis abuelos algún fin de semana que tal vez me quedé a dormir. Era ese silencio que no es callado...donde se escucha el ruido de los coches en la avenida, donde llegaban los ruidos de la cocina donde Doña Mela seguramente preparaba lo que me gustaba: tortitas de papa, arroz blanco con verduras y pollo en pipian, oía el crujir de las escaleras, lento, en el que mi abuela con su torpeza post embolia subía arrastrando un pie y la punta del zapato siempre pegaba con el siguiente escalón y tenía que hacer un breve esfuerzo para levantarlo y así, hasta terminar toda la escalera que subí y bajé corriendo y brincando tantos años, hasta que mi abuelo murió y vendieron la casa.<br />
<br />
Y la vendieron con ese silencio que hoy escuché, y sentí una nostalgia que me hizo abrir los ojos como platos y tratar de seguir con la clase, viendo al ventanal con el gran jardín de Lorena, lleno de luz de esta mañana tan otoñal, y con un silencio tan igual al de mis abuelos. La voz de Lorena la escuchaba lejana, y mis ojos seguían en su jardín, -manos a los lados, muslos fuertes, rodillas para arriba, estiren laterales, inhalen, y al exhalar salgan de la postura-, me sé ya de memoria su tono de voz y adivino con sus espacios entre palabras lo que sigue, y cuando me di cuenta no estaba haciendo nada de lo que ella decía. Estaba con las manos en los muslos, flor de loto, tratando de oler el recuerdo en casa de mis abuelos. La biblioteca que olía a ellos, perfumados con los libros de las paredes...de piso a techo..., con todos los adornos que teníamos prohibido tocar, con la alfombra y la tele de bulbos, con el teléfono de disco, con la máquina de escribir de mi abuela, donde me manché tantas veces los dedos de negro y rojo con la cinta Pelikan que olía tan rico.<br />
<br />
Y ellos me parecieron más vivos que muertos.<br />
<br />
Nunca se casaron, nunca se divorciaron de sus parejas anteriores. Siempre nos dijeron que esa foto, tamaño postal, enmarcada y descansando sobre uno de los libreros habías sido tomada el día que se casaron en la iglesia de La Profesa. Pero eso era mentira y no lo supe hasta que murieron los dos. Tal vez se las tomaron en una calle del centro, relativamente cerca a La Profesa y eso bastaba para que la mentira no fuera tan grande.<br />
<br />
Y entonces sentí, que pesé a todos los recuerdos absurdos, a que dormían en camas separadas, a que mi abuela dejó a la hija que tuvo con el italiano antes de mi abuelo, y que nunca volvió a ver, pese a que a mi abuelo se le murieron los dos primeros hijos que tuvo con Eva, la que no era mi abuela, pese a que no se hablaban con la hija más pequeña que los dos tuvieron juntos, a que mi abuelo no comía gelatina verde porque decía que parecía veneno para ratas, a que mi abuela cojeaba y mal caminaba pero era más que guapa, pese a todo, sé que fueron felices, y que se atrevieron a romper el esquema que la vida les había pintado sin importar haber creado una gran mentira que estaba enmarcada en el librero de esa biblioteca que hoy vi a la mitad de mi clase de yoga.<br />
<br />
Namaste, abuelos queridos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdS9tR-AtC1tl4pPf9ylRh1ErglwPW7lckyLVU4shHX4_rmElOsBqM6PdlzSyYVjNN9h0jfNhuW9tiU3yH-Yh9WBFtmozcTB5nBGezhJCZWdfb-QdowpDU1CB8_XGprWG1kp6cWO6JaVY/s1600/20131109_123344_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="112" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdS9tR-AtC1tl4pPf9ylRh1ErglwPW7lckyLVU4shHX4_rmElOsBqM6PdlzSyYVjNN9h0jfNhuW9tiU3yH-Yh9WBFtmozcTB5nBGezhJCZWdfb-QdowpDU1CB8_XGprWG1kp6cWO6JaVY/s200/20131109_123344_1.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mantilla de mi abuela, y su misal, hecho.por su único hijo: mi papá. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-16703340780215492632013-10-30T14:54:00.001-06:002013-10-30T14:54:14.012-06:00Mi silencioLas palabras se me fueron hace ya muchos meses cuando ya no tuve un solo argumento válido para lograr lo que nunca se pudo. Me exprimí las cuerdas vocales, me apagué el cerebro, decidí dejar de pensar y <i>quise</i> que se me fueran hasta las ganas de sentir.<br />
<br />
Y siento tanto que se me han acabado los sustantivos y los adjetivos, todo se conjuga en adverbios calificativos y cuantitativos del verbo amar y abandonar que no encuentro en mi diccionario. <br />
<br />
Quiero regresar al punto de origen, dar vuelta a la derecha en vez de esa izquierda que tomé. Quiero desbeber todo lo que te bebí lentamente y regresar a tocarme los sentidos que no me encuentro. Quiero mirar ese sol y esas lunas que han pasado, traérmelas en las bolsas de los pantalones, junto con los caracoles que recogí ese día en la playa que pensé caminabas junto a mi, quiero sumergirme mil veces mas en ese manantial de mi Selva, y desdecirte los amos que pronuncié que no me llevaban a ningún lado mas que a un presente que ya es un pasado tan lejano como ayer. Quiero ahorrarme los sinsabores que me laceran las pestañas y pronunciarte suavemente y sin sentirte en las sílabas de tu nombre.<br />
<br />
Todo para darme cuenta que lo único que quiero es saberte a milímetros de mi deshaciendo las sábanas de las camas donde hicimos el amor casi ciento ochenta veces de forma diferente siempre y hasta que agonicemos en una muerte juntos, en esa muerte que nunca tendremos y que siempre añoraremos.<br />
<br />
Y para correr nuevos caminos con los músculos doliéndome ácidamente.<br />
Lácticamente.<br />
Eternamente.<br />
Y solo por hoy.<br />
Hasta que el camino me regrese a ese punto de orígen que no encuentro en mi GPS.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT8AC0LMLx8OH7GHZar5i5kzRwGEPiJvhPdBQnA_Niom1UbjYmO4xfVunolWK_kdwwiRnqEnGD5TfKV_3ZvFFMWv7gETDnOy5KnO5f_RG-Q01ybh59yMEF4dnKiDDPHHDckt2qHFH04Qw/s1600/IMG_1381.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT8AC0LMLx8OH7GHZar5i5kzRwGEPiJvhPdBQnA_Niom1UbjYmO4xfVunolWK_kdwwiRnqEnGD5TfKV_3ZvFFMWv7gETDnOy5KnO5f_RG-Q01ybh59yMEF4dnKiDDPHHDckt2qHFH04Qw/s200/IMG_1381.JPG" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Levanté tu ancla de mi playa</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-30480065973392610222013-07-07T20:20:00.000-05:002013-07-07T22:42:32.988-05:00La restauraciónEl corazón de vidrio soplado apareció estrellado en piso, con el agua de nuestras lágrimas escurridas alrededor.<br>
<br>
Días antes de dármelo dijiste que el mío se ahogaba en un llanto mudo. Habíamos hablado sin parar hasta bien entrada la noche. Bebimos un Nebbiolo de una casa bajacaliforniana que se llama Nubes y me dijiste cuando atardecía que tenía ojos de caimán.<br>
<br>
Me reí, no eran mis ojos los que veías, eran los tuyos.<br>
<br>
Nos veíamos como espejos uno del otro, queriendo meternos en los sentimientos ajenos y cruzarlos hacia el cuerpo contrario con cada sorbo de vino rodeados de las chispas mágicas de veladoras e inciensos que habíamos comprado por la mañana en el mercado. Deseábamos sin saberlo, palabras, sentimientos y pensamientos del otro para hacerlos nuestros. Decías alguna palabra y deseaba que hubiera salido de mi boca, te retrataba con las manos alguna imágen y tu la querías para guardar en tu memoria.<br>
<br>
Y después de muchas palabras habladas y otras no dichas pero adivinadas, me fuí a dormir borracha de lágrimas y con Nubes en la cabeza y tu saliste a la lluvia. Regresaste en algún momento de la madrugada empapado y te metiste desnudo y frió en la cama para abrazarnos como espejos que somos, sin necesidad de hacer el amor o tener ese sexo etereo que explota y libera todas esas lágrimas nunca antes lloradas en un orgasmo que mata por algunos segundos para resucitar en una paz llena de estrellas.<div><br></div><div>La nueva historia que se me tejió sin darme cuenta en la cabeza después de encontrarme con los añicos de vidrio rojo, se llama <i>"restauración</i>",
y no sé si es por la película que vi hace unas horas, por el vino que
tomé anoche o por la manipulación que esa mujer hizo en mi plexo
solar hace menos de una semana, o tal vez por las nubes tan bien dibujadas e
inasibles que han rodeado como murallas mi ciudad para esconder la
exhalación del volcán que no quiere explotar.<br>
<br>
Me restauro hoy domingo con Merlina a mis pies en un ronroneo que me ha durado tres años constantes. Me restauro en un domingo 7, el número favorito del yang de mi yin que perdí cuando me tocaron el <i>manipura chackra</i>.<br>
<br>
Me restauré ayer cuando sonó el timbre de la puerta anunciando que habías llegado para llevarme con rumbo desconocido a hablarnos de nuestras dudas y tristezas. De nuestros miedos, y de nuestras ilusiones. Nos hicimos confesiones a medias y me absolviste de pecados por cometer mientras yo rezaba rosarios inexistentes sin culpa alguna en una sonrisa a medio dibujar llena de satisfacción en forma de pecado original.<div><br></div><div>Me recordabas, como siempre lo haces, a mis trece o catorce años cuando me dabas lecciones de vida tomando una taza de café y yo te miraba detrás de mis ojos de caimán recién nacido tratando de absorber cada palabra que decías y medir cada movimiento que hacías. Estaba enamorada como me pude enamorar a los catorce o quince o dieciséis con música de Styx y Asia de fondo. Por eso, no te lo dije anoche, veía Remington Steele, porque tal vez era la forma mas abstracta y perfecta en la que podía tenerte como se sueña a los catorce y sus meses mas o meses menos. </div><div><br></div><div>Me restauraste ayer sin saberlo tu, sin decirtelo yo, porque en los últimos tiempos has estado presente para darme un empujón sin siquiera rozarme en el camino que decidí tomar. Te dije, sin decírtelo a ti con nombre y apellidos, que las personas aparecen y desaparecen con motivos mas importantes de lo que nunca creemos o creímos cuando ya se fueron o las dejamos ir. Como tu y tu mujer de lunas llenas, o como yo y la decisión de soltar a ese hombre que me amó en el destiempo de cada día 7 de muchos meses.<br>
<br>
Y después te fuiste a Chinchorro y yo me fuí a Chuburná donde me senté frente a mi playa, hasta que salió la Sirena de las espirales para cantarle una canción de cuna a mi <i>ātman </i></div><div><br></div><div> -hasta qué me quedé profundamente dormida-</div><div><br></div><div>Y tuve ese sueño...</div><div><br></div><div>
-ese de encontrarme en un bosque de niebla en Veracruz con todos los espejos donde no me he mirado-.<br>
<br>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJnRfQNSKnlg0mBW76dsNZnU2asKRsvF-fENu-WZZ23HMKYFDn_3DZkW7CWbira-3XIeqTs3AMofx9W_PJRoHP-p58bdo3v0R_3c1ycVs0ocMT3KXHa6-eVaBIpqmQ6HgWvfWRECg7n_U/s1600/IMG-20130706-WA0015_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="130" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJnRfQNSKnlg0mBW76dsNZnU2asKRsvF-fENu-WZZ23HMKYFDn_3DZkW7CWbira-3XIeqTs3AMofx9W_PJRoHP-p58bdo3v0R_3c1ycVs0ocMT3KXHa6-eVaBIpqmQ6HgWvfWRECg7n_U/s200/IMG-20130706-WA0015_1.jpg" width="200"></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lágrimas secas</td></tr>
</tbody></table>
<br>
<br>
<br>
<br>
<br></div></div>Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-3718724406548765062013-06-28T15:21:00.003-05:002013-06-28T15:23:08.570-05:00A la vuelta de la esquinaNo le doy aparentemente mucha importancia al asunto, pero sé que a la vuelta de la esquina me toparé contigo.<br />
<br />
No sé si será hoy o mañana o nunca. Tal vez en otra vida. Tal vez nos topemos, nos echemos una miradita intensa y medianamente seductora y nos sigamos de largo. O tal vez ya fuimos un nosotros hace unos años y ya no exista mas allá contigo ni con nadie.<br />
<br />
O.<br />
<br />
Tal vez estás detrás de mi horizonte. O al pie de una montaña que no veo. O en medio de un lago pescando. Caminando en una ciudad medieval. O viajando por Africa. En otro trópico, o en las Islas Sandwich que descubrí el otro día cuando me compré un globo terráqueo y le daba vueltas sin parar sentada en flor de loto en mi cama con Merlina como testigo mudo y a veces maullante.<br />
<br />
Tal vez estuviste junto a mi en la sala de cine hace un mes, o estarás mañana comiendo sushi en la mesa de junto.<br />
<br />
O.<br />
<br />
Tal vez vives en mi y me aferro a que mi futuro tiene que ser en la cama durmiendo con alguien de carne y hueso, cuando nunca has respirado ni cerquita de mi.<br />
<br />
Es decir,<br />
<br />
Seguramente no existes y yo te invento a cada mañana con mi amanecer.<br />
<br />
Y entonces.<br />
<br />
Me convenzo cada anochecer que no habitas mas que en algún lugar de mi globo terráqueo a centímetros de mi alma.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmvsGdXd2DG6XU0jly1v0_t3wTn_B1pqd1aH-vvRp59NlMlzyJjeTddCszpGGTSBTUPfLOJcpfSZz09aO6aJcfh5hyvg0mSR0-A30P5OTZYNRsUex5y4EsWqmAki2GMVY4lVhvpcLHsqM/s1600/IMG_20130625_174328.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmvsGdXd2DG6XU0jly1v0_t3wTn_B1pqd1aH-vvRp59NlMlzyJjeTddCszpGGTSBTUPfLOJcpfSZz09aO6aJcfh5hyvg0mSR0-A30P5OTZYNRsUex5y4EsWqmAki2GMVY4lVhvpcLHsqM/s200/IMG_20130625_174328.jpg" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Te veo</td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-54374117676952387722013-06-02T20:28:00.001-05:002013-12-11T15:56:59.830-06:00Los azahares de mis destinosSaqué de la cajuela del coche mis dos bolsas y me encaminé a la casa, respirando un olor a flores que parecía huele de noche, mezclado con azahar y con lluvia del día anterior retenida al medio día del sábado. Me sabía sola y como tal me proclamé la "tía solterona" del fin de semana...rodeada de cuatro niñas y sus madres que no eran mis hermanas aunque sí mis amigas...tan amigas que nos conocemos secretos tan profundos como indecibles e irrepetibles.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
Los ruidos y el calor comenzaron a abrumar letalmente mis sentidos mientras me desvestía para ir a la alberca de la hacienda, y así lo hicimos segundos después, cerveza helada en mano y con vidas por deshacer y rehacer hasta que de pronto me dí cuenta desde la hamaca que el sol se ponía y las cigarras comenzaban a vibrar desgarrando el atardecer en un solo timbre largó e infinito. Me envolví para qué los mosquitos no acabarán con mi sangre y me quede viendo la hoja de un solo árbol tratando de recordarme unos días antes, tres semanas antes, hace seis meses, y hace dos años, desconociendo por completo a la que tenía estas piernas y brazos, reconociendo a la que se tocaba las arrugas del ojo izquierdo sintiendo sendos surcos donde se podrían sembrar hectáreas de lo que fuera de tan profundos. Me toque el pelo y desprendió olor a lavanda y me di cuenta que se me pintaba de ese color. Crucé las piernas y me envolví los deseos que creí perdidos mientras el sol agonizaba a mi derecha.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Por flashazos como de escena de Bollywood o de Hollywood, - esa típica toma donde ves el último minuto de tu vida recorriendo el túnel blanco para ir al cielo o al infierno-, me vi junto con los personajes y escenas de mi propia película: Sirenas, la Gitana, mi amigo resucitado, la gran Viuda, mi amigo que muere esperando que le llegue la Primavera, mis amantes y enamorados, mis desamores, los que me quieren, el que me aborrece, mi amiga muerta, mi amiga la que casi murió, cárceles y hospitales, bosques y mares, una hacienda a pie de carretera, otra también a pie de carretera pero al sur de la primera, una angustia y muchas alegrías, unos dolores y una lágrima atorada, un infinito maltrecho y un universo a flor de piel, dos gotas de plata cuajadas, y tres vasos de vino, un sushi en Nueva York y un camarón con chile bajo una palapa en Pie de la Cuesta. Un recorrido en el mar de Yucatán y un Norte en Chuburná. Un manantial en el corazón de la Selva Lacandona donde sí cierro los ojos puedo sentir el agua y peces mordiéndome las piernas. Una salina en el Mar de Cortés y un futuro cercano de nuevo en ese mismo mar junto con una ballena y dos mantarrayas.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Y de repente...</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Por azares del destino, me tropiezo con letras con las que la Gran Viuda me describió hace dos años...</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Y siento que por azares del destino, esa persona no existe más en mi, y entonces me siento morir un poco de nostalgia y de melancolía mientras inhalo profundo y me doy cuenta que mi aire huele a azahares, rosas y a casablancas y una voz se me mete por el caracol del oído y me susurra que soy la misma, igualita, feliz y renaciendo cada día de las cenizas, pero distraída en otras ocupaciones mientras resuelvo cosas que parecían rotas y que no lo estaban...eran simples mentiras del destino jugando con mi presente. </div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvETMP2MjIlI0xxawk5sZy9gwnVNPrqwyaHeiigKVh0t0b4IzIbGaf5r1ChXaHMLPcA0_w9sxzLDD2SZfYvEu3a0xGK96S9TWLDun2Y0J84E04WVGqGZABYbOycxBhPYICowbz09tbf_w/s640/blogger-image-1610883280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvETMP2MjIlI0xxawk5sZy9gwnVNPrqwyaHeiigKVh0t0b4IzIbGaf5r1ChXaHMLPcA0_w9sxzLDD2SZfYvEu3a0xGK96S9TWLDun2Y0J84E04WVGqGZABYbOycxBhPYICowbz09tbf_w/s200/blogger-image-1610883280.jpg" width="112" /></a></div>
Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-80961364945830782292013-04-07T21:00:00.003-05:002013-04-08T10:34:49.268-05:00No me avisasteEn diez minutos estaríamos tomando un vermuth, eso dijiste hace casi cuarenta y ocho horas.<br />
Hace ciento veinte horas desayunabamos café, -tu un latte con expreso doble-, yo un descafeinado. Un pan dulce que te dije estaba buenísimo. Tu me preguntabas por qué no me dedicaba a la fotografía profesional. Yo te contestaba que no mientras liabas un cigarro con tabaco mentolado.<br />
<br />
Recordé que tomaste una foto de mi mano con anillo de plata cuando tomaba la segunda taza de café... ¿te acuerdas que la pedí tres veces y tu dos mas? ¿y que la mesera no la traía y que tenía prisa por irme?<br />
<br />
Te dejé en el banco mientras quedábamos dos horas después que irías a verme al trabajo, pero las horas se te fueron tramitando una tarjeta de crédito y a mi no se como.<br />
<br />
Me escribiste hace setenta y dos horas para decirme que quedábamos hoy para cenar.<br />
<br />
Me escribiste hace treinta y seis horas y te contesté que si. <br />
<br />
Y hace menos de veinticuatro horas, te moriste.<br />
<br />
Amaneciste muerto, o te moriste amaneciendo, ya no quise preguntar.<br />
<br />
Solo sé que nos quedamos con la plática pendiente de terminar, ¿te acuerdas?<br />
<br />
Y te moriste.<br />
<br />
Y no me avisaste.<br />
<br />
Pensé que cuando caminábamos junto a la iglesia, y hablábamos de ese infarto que te dió en Nueva York, no pensabas tu, ni yo, que el domingo te ibas a morir, porque de haberlo sabido, no me hubiera quedado con la pregunta en la punta de la lengua.<br />
<br />
"Raúl, ¿me puedes tomar una foto tan bonita como las que tomas a todas las personas que encierras en tu lente?"<br />
<br />
<br />
Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-58767438862671677412013-04-07T11:35:00.000-05:002013-04-07T20:49:52.564-05:00En todos nuestros tiemposEl rayo de sol fue subiendo y desvaneciendose por encima de la sombrilla. Iba por el segundo café y la cuarta probada al pan de dátil con naranja mientras esperaba. De vez en cuando levantaba la vista del libro para ver si venías o me largaba de una vez cuando miré sin ver a la gente que pasaba.<br />
<br />
Y ví a esta pareja que caminaba arreglada como con rumbo y ganas de rezar o visitar a alguien cercano. Elegantes, impecables, ausentes de ellos mismos imaginé que irían a misa en Santa Catarina, y mientras, observé a las demás personas que venían de correr, o iban por el periódico o por el pan, o al lugar donde estaba yo sentada a tomarse un café también. <br />
<br />
Regresé los ojos al libro y el cuerpo al calor del rayo de sol que ya no estaba para saber que me quedaría sin desayunar allí y después de dos capítulos y un rato más de café tibio en la taza, pedí la cuenta empezando a sentir que la tranquilidad con la que había llegado desaparecía y se me escurría por las orillas de la falda que me había puesto para este domingo.<br />
<br />
Decidí levantarme sin dar explicación a mis sentidos para girar en la calle por donde había llegado y darme cuenta que esa pareja, -casi cuarenta años mayor que yo-, venía ya de regreso e iba tres metros adelante de mi. Respiré y solté un suspiro que me pareció el bufido de un toro de lidia porque estaba tan enojada como lo contenta que había estado y desaceleré mis pasos antes de rebasarlos porque noté algo extraño en el hombre al tiempo en que en la siguiente esquina ella daba la vuelta a la izquierda y casi sin mirarse tomaban caminos diferentes.<br />
<br />
El camino que él tomó era el camino que yo iba a seguir, pero él no lo sabía.<br />
<br />
El no sabía siquiera que yo venía detrás, pisandole los pasos que acababa de dar.<br />
<br />
El no sabía que él sabe de mi, y que yo sé de él.<br />
<br />
Él eras tú, en un tiempo que aún no ha llegado.<br />
<br />
El corazón se me salía del pecho y pensé que tal vez podría escucharlo y voltear para buscar de dónde venían esos ansiosos tambores de guerra. Cada paso era uno tuyo, cada mirada a la izquierda o la derecha eran tus ojos viendo caminos posibles. Los brazos no los movía con los pasos, así como tu caminas, los puños medio cerrados, como los tienes tu a veces, los pasos con pequeños saltos como tu los caminas, como si quisieras ser un niño ligero y feliz porque tal vez no lo fuiste. El cuerpo exactamente igual, una delgadez fuerte y atrayente, atrayente a mi. Como un yin yang.<br />
<br />
La esencia de ese hombre era la tuya. Es la tuya. Eran el mismo y me parecía que era un fantasma y que no había nadie caminando a unos pasos de mi. Que mis ojos lo estaban inventando todo detrás de mis lentes de sol. Pensaba que eras tu en otra dimensión. Sentía...sentía algo que me hacía querer huír de esa banqueta pero los pies no me dejaban parar los pasos detrás de los tuyos.<br />
<br />
Y por un momento, no supe en qué tiempo estaba caminando, no podía entender que era un domingo de abril por la mañana con mis aún cuarenta y dos años, porque al mismo tiempo sentía que <i>ese</i> eras tu dentro de treinta años y el fantasma era yo comiéndose tus pasos.<br />
<br />
Quise alcanzarte, pero no lo hice. Y tu, como hace treinta años, no sabías que tenías que voltear para encontrarme.<br />
<br />
Tal como pasa hoy, un domingo de abril, del año dos mil trece.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9sYQwLPbisGc5HOH2l91_JyYx8qt5CIa4j_06cXwkllf_9g2ipiU7J7r-f_66pD08qtJGcMBza063-xHaJw1Rd7bLUMpQ6fPoqfiaxhj3E-aFZLq7s6tRF_vQzRHwq3ChcmKBrSHlLag/s1600/la+foto(21).JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9sYQwLPbisGc5HOH2l91_JyYx8qt5CIa4j_06cXwkllf_9g2ipiU7J7r-f_66pD08qtJGcMBza063-xHaJw1Rd7bLUMpQ6fPoqfiaxhj3E-aFZLq7s6tRF_vQzRHwq3ChcmKBrSHlLag/s1600/la+foto(21).JPG" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tu papá</td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-1063152975833628942013-03-16T11:15:00.001-06:002013-03-16T11:15:26.566-06:00XVHoy, sin saberlo, hace quince años por última vez me hice madre, y es algo que suena y puede ser tan normal, que no lo es. Hoy, hace quince años parí con dolor por última vez en esta mi única vida, y sin saberlo, acabaría mi misión de traer mas vidas a este mundo.<br />
<br />
Hoy, hace quince años me diste el conocimiento y me diste el amor que solo yo, -y no todas las mujeres que somos madres sabemos y sentimos por única vez en nuestras vidas- puedo entender y sentir.<br />
<br />
Ese instante, en el que dejaste de dolerme para salir de mi cuerpo nadie lo ha sentido mas que yo, y nadie puede recordarlo y añorarlo mas que yo. Hoy, hace quince años me hiciste tan mujer que me volviste diosa en la tierra, y eso solo yo lo puedo vivir una y otra vez, ni siquiera tu que habitaste mi cuerpo por última vez como nadie hace quince años.<br />
<br />
Y te me vienes como remolino cada día, como ese chino rebelde que tienes en el pelo con el que siempre me encantas enroscandolo en mis dedos sin parar cada día. Te me vienes como hombre que eres hoy rebasandome en tamaño en forma y en sabiduría donde quepo en ti como una vez en un tiempo que duró nueve meses tu cupiste en forma perfecta dentro de mi, donde te alimentaste de mi sangre y de mi voz por seis mil cuatrocientas horas cuando nos hablábamos en un lenguaje desconocido para todos excepto para nosotros, donde nos amamos y comenzamos dos vidas tan ajenas pero tan cercanas en donde solo un Dios que no tiene nombre podía intervenir como moderador en diálogos de amor que nos consumían en estrellas y espirales eternas.<br />
<br />
Y hoy me atrapa una nostalgia con ese recuerdo que me quiere estallar en recuerdos que atrapo y me guardo de nuevo en el cuerpo para que nunca te me vayas, como en ninguna historia jamás escrita, jamás imaginada, jamás contada.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhchgHqjcUxTuHYKY6wpV60hP0vypQMx37thVl5H5FLXJFs3DqmXTbcuNDmKe6a4fdByS9OVCH5JAumLG8-TovB0aFAdlQ0qSufFS31fakWSBdx4R8WvHvf58BIJGKSvBmOLUtRTgweJzA/s1600/IMG_0518.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhchgHqjcUxTuHYKY6wpV60hP0vypQMx37thVl5H5FLXJFs3DqmXTbcuNDmKe6a4fdByS9OVCH5JAumLG8-TovB0aFAdlQ0qSufFS31fakWSBdx4R8WvHvf58BIJGKSvBmOLUtRTgweJzA/s200/IMG_0518.JPG" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">JI</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-37201754364918737262013-02-13T17:34:00.000-06:002013-02-13T17:34:03.307-06:00Sueño en las pestañasAcostada en el cubículo cinco, el de todas las mañanas, escuchaba a la señora Sanjuana hablar en voz baja y constante con el hijo que la acompaña los martes.<br />
<br />
A lo lejos, -que en realidad es a la altura del cubículo cuatro-, Nax imponía movimientos a Dalila para que moviera el brazo izquierdo que le había paralizado el infarto cerebral de hace unos meses. Ana doblaba toallas y acomodaba los ultrasonidos o las lamparas de luz mientras ponía la música de todas las mañanas que parecían iguales unas a las otras. Las mismas mujeres allí, los mismos movimientos, las mismas circunstancias y tan diferentes historias.<br />
<br />
Y así estaba Sanjuana y sus casi ochenta años llenos de artritis en un monólogo constante y rítmico que solo escuchaba el hijo de los martes porque ni a mi ni a nadie nos interesaba escuchar, hasta que dijo eso que parecío gritar, eso que se coló por el techo de los cubículos hasta aterrizar en mi camilla:<br />
<br />
<i>"tengo el sueño en las pestañas"</i><br />
<br />
Por un momento me pareció que me lo había dicho justo en la oreja para que se me metiera directo a la conciencia.<br />
Que me lo había dicho solamente a mi.<br />
Y después estuve segura que así había sido. <br />
<br />
Yo también tenía sueño en las pestañas, pero también telarañas en las pupilas, madejas enredadas en el iris del ojo derecho, y basuritas en el izquierdo. Varias noches en las que duermo pero no descanso, en las que anoto y desanoto la lista de lo que quiero y lo que no tengo pero no miro lo que tengo al alcance. Lo que deseo y lo que he dejado ir. Lo que me quema de ansias por tocar y lo que dejé de mirar hace siglos.<br />
<br />
Y también tenía enojo en las pestañas, y ganas de golpear en la punta de los dedos. Y quería gritarte y mentarme la madre y también deseaba aborrecernos.<br />
<br />
Y simplemente, quería seguir enojándome. Quería estar furiosa.<br />
<br />
Y en la tarde te lo conté, a ti, mientras la silla de madera se mecía con los rayos de sol y me miraba con media sonrisa diciéndome cosas que no entendía. Y después el enojo se hizo intolerable y se disfrazó de seriedad. Y la rabia se volvió indiferencia. Y el tiempo se volvió largo y lento. Y me dí cuenta que estoy en una pausa que me desquicia y me pone frenética.<br />
<br />
Pensé que seguramente sería un trance hormonal, y pensé en dormir para quitarme el sueño de las pestañas y las marañas en el alma. Y quise recordar esos tiempos en los que era niña, y aquellos en los que fuí madre, también en los que he estado enamorada, en los que he sido tan feliz como enojada estoy. Y si que los recordé, y si dormí, y si soñé con las pupilas y las pestañas.<br />
<br />
Soñé a la mecedora con sus rayos de sol y su baile lento y cadencioso sobre el suelo, sentí esos amores y desamores que me llevan a una sonrisa que suspira con aroma dulce, con sabor a chocolate.<br />
<br />
Soñé que me decías lo que siempre has tenido que decirme.<br />
<br />
Soñé que me voy a ir al mar para morirme como una sirena vieja y feliz, mientras veo esa puesta de sol que nunca he imaginado siquiera.<br />
<br />
No sé si contigo, o con él, o con aquel, o con nadie o con todos y todas.<br />
<br />
Solo sé que esa puesta de sol será memorable.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYbjIvloaqWJkngXXhUeJUq_hAs2LYoslYsa-YNKB12mQjznOWKdMOrn0vhE2xAHWIG7BlyOo8dUpFXQQZV45KFUY29tyeug3ADVTSxACvkYUkTJ8BfDw4NFO95Ll2Qjmvm8abUpOvZYU/s1600/la+foto(18).JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYbjIvloaqWJkngXXhUeJUq_hAs2LYoslYsa-YNKB12mQjznOWKdMOrn0vhE2xAHWIG7BlyOo8dUpFXQQZV45KFUY29tyeug3ADVTSxACvkYUkTJ8BfDw4NFO95Ll2Qjmvm8abUpOvZYU/s200/la+foto(18).JPG" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La silla de ayer </td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-45896996770031967232013-01-03T14:27:00.001-06:002013-01-03T14:27:20.203-06:00NuevoEs nuevo esto de la ausencia confirmada y sabida. Bien pensada, analizada a detalle y deshecha hasta lo mas profundo.<br />
<br />
Si, <i>-lo pensé muy bien-</i>, tal como dijiste, pero la realidad es que lo he venido pensando desde el día aquel en que nos reencontramos. Siempre lo supe, y bien distinto era no quererlo confirmar, no querer sacarlo del cerebelo para ponermelo en la boca con ese punto final.<br />
<br />
Y así pasaron alrededor de diecisiete meses en los que puse todo mi empeño en no desintegrar todo lo que hubo y lo que hay. Tomaba decisiones a medias, sin ganas, sin ese atrevimiento total que se desprende de la lengua cuando te sale ese <i>"ya llegó el final"</i> radical y absoluto.<br />
<br />
Ese que es como el último cigarro que me fumé una vez. Ese que me atacó un lunes caminando por el centro de mi ciudad un anoche de lunes dando taconazos seguros y absolutos en el que decidí que ya no quería vivir esa vida que vivía hace ya mas de tres años y del que nunca me he arrepentido por un segundo.<br />
<br />
Y se me acomoda un dolor pacífico que sacudo dulcemente con un plumero rosa para voltear la cara de todos los espacios que tienen tu recuerdo mientras me instalo una sonrisa en la boca que pronuncia tu nombre en silencio.<br />
<br />
Porque dentro de poco, solo nos quedará el nombre del otro en los labios, tragándonoslo en las noches para dormir sin soñarnos nunca mas.<br />
<br />
Pero...<br />
<br />
Tu lo sabías, siempre lo supiste, al igual que yo. Y ahora, no nos queda mas que tener nuestros nombres sostenidos en el recuerdo de la punta de nuestras lenguas en el último beso que nos dimos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWOGpextVyzhVRai0lQTjizRO48uLcuvNb5vHQ9dvs1oMYKtkY69f52OmolePpszv4Sl2p4rrmE5m051NyP29OL867TVuUPfY2ecUh-UJUy8WIXN7ISGR7EU0ZNLKDmWsI6dEMDbM-bp4/s1600/IMG_3068.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWOGpextVyzhVRai0lQTjizRO48uLcuvNb5vHQ9dvs1oMYKtkY69f52OmolePpszv4Sl2p4rrmE5m051NyP29OL867TVuUPfY2ecUh-UJUy8WIXN7ISGR7EU0ZNLKDmWsI6dEMDbM-bp4/s200/IMG_3068.JPG" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tu en mi sonrisa</td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-8490388874315064902012-12-30T10:52:00.006-06:002012-12-30T10:52:59.935-06:00Y asíY así, sin mas, me dejaste ir.<br />
<br />
Y así, sin mas, me fuí.<br />
<br />
Sin voltear atrás. Sin decirte que era el último beso que nos daríamos. Sin decirte que no habrá otra oportunidad, -hemos tenido dos-, la tercera sería como otro meteorito cayendo en Yucatán.<br />
<br />
Y así, sin más, abrí la puerta, entré, me senté en el sillón naranja y me quité los zapatos, y pasó el día, la tarde y la noche.<br />
<br />
Y en la noche me desperté tres o cuatro o cinco veces, y supe, <i>porque lo sentí</i>, que tu estabas despierto. Supe que siempre esperaste que diera el golpe final, el KO, esperabas y exprimías hasta el último segundo, pero incluso en el último segundo sabías que había muchas posibilidades para que me arrepintiera y no tuviera el valor de darme la vuelta y no girar la cara para echarte el último vistazo como el cursi de cualquier película de Hollywood.<br />
<br />
Y así, sin mas, dejé de decirte muchas cosas a cambio de repetirte otras miles. Un día dejé de soñar contigo para no dejar de soñarte los últimos diez días religiosamente, incluso anoche, entre verdad y sueño, tu me despertaste al menos dos veces, sabiendo que si abría la boca para decirte algo, sería un arrepentimiento y volver a entrar en el círculo vicioso que me tenía empantadada.<br />
<br />
Tal vez por eso, estos últimos días, así sin más, decidí que mi Selva sería ahora el Mar, -pero el mar de Yucatán-, esa mi Punta Cometa que nunca conocí pero ahora descubrí, esa que siempre he buscado y que no tiene mas que aire que el que viene a cada ola.<br />
<br />
Y así, sin mas, me di cuenta, que la simpleza de un gran futuro se respira con aire que huele a sal y que canta con la voz de Armando Manzanero. Así sin mas el gran futuro tiene tu recuerdo y el mío enlazados en nuestras lenguas con ese último beso acelerado porque tenías prisa cuando yo nunca la tengo, en ese inevitable yin yang que siempre nos atrapó.<br />
<br />
Y así, sin mas...sola, pero caminando en espirales de nuevo, no dando vueltas dentro de un círculo, atorada hasta las entrañas de ti y en ti...<br />
<br />
-lo cual no significa que me arrepienta un solo segundo de todo y de nada, mi cielo-<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcx-U-Ck3L1xysUWyJK6_CPmRd8acFeRLHe02465KRn27TOgmGpXopqN_rRflU7ti-IX46PGtm4m9S4oHmuG76shaMOzlvLZPilm7sYSEjryTF8PASVqN3S4gPoX6DpIyRjRiWsgQ9_ps/s1600/IMG_3527.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcx-U-Ck3L1xysUWyJK6_CPmRd8acFeRLHe02465KRn27TOgmGpXopqN_rRflU7ti-IX46PGtm4m9S4oHmuG76shaMOzlvLZPilm7sYSEjryTF8PASVqN3S4gPoX6DpIyRjRiWsgQ9_ps/s1600/IMG_3527.jpg" height="91" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cielo con Norte, Yucatán</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-9970871001334188502012-12-29T18:57:00.001-06:002019-06-24T14:50:54.968-05:00Saliendo del círculoY me fuí hincando con parsimonía.<br />
<br />
Hice click al seguro, y abrí lentamente la caja de contenidos tan ajenos a mi. Tenía que apoderarme de ellos, así como tenía que abandonarme de ti. Toqué rozando lo que había dentro, era frío, masculino, despiadado, asesino, mortal, tan ajeno a mi, a mi ser, a mi sentir, y sin pensarlo, como también sin entenderlo, cerré la caja azotándola con un golpe medio intencionado.<br />
<br />
Todos mis movimientos han sido lentos el día de hoy. Quiero sentirlos, ingerirlos y digerirlos. Quiero acabarte en un mes que termina con un año. Quiero razonarme en un día que comenzó temprano cuando me vestí para tí de dentro hacia afuera. Como si fueramos a hacer el amor aunque claramente te había dicho que no quería hacerlo. Aunque claramente desde dentro moría de ganas de hacértelo, de sentirme en ti desde los ojos hasta la punta de los pies, como siempre, desde siempre, hasta siempre.<br />
<br />
Y sin querer, sin planear, sin pensar (mas que lo pensado en círculos durante una eternidad), sabía que el fin real, sería este, el de hoy, el de un parsimonioso día veintinueve de un mes último de un año que desde que comenzó hace casi doce meses, quería que terminara...<br />
<br />
Y sin querer, de tajo, cerré lo que pensé, lo que sigo pensando -<i>que no podré cerrar</i>-, mientras hablábamos alrededor de esa mesa redonda, en ese sillón anaranjado, con ese té que sorbía como si tuviera doce años como me lo dijiste riéndote con esa risa que me desarma, -la edad en la que te tropezaste en mi vida-, y alrededor de tu chocolate caliente, que a tus cuarenta y ocho, tomabas nerviosamente como si tuvieras...tus mismos cuarenta y ocho...que a veces me parecían ochenta y ocho, y otras dieciocho<br />
<br />
...pero cuando bailábamos...ahí me parecías de treinta y ocho y no quería soltarte para que no te me escaparas, y cuando hacíamos el amor, me parecías de veintiocho, y cuando nos reíamos, me parecías de ocho.<br />
<br />
Y hoy, me parecías más de cuarenta y ocho que siempre...<br />
<br />
Y yo, que no podía decirte las cosas, parecía de nueve, y me removía en el sillón, sin atreverme a dar ese paso, que -hoy-, sabía a ciencia cierta que sería el final de nuestras vidas.<br />
<br />
Salir del círculo que un día me pinté alrededor del cuerpo...era como un <i>hula hop</i>, como una crinolina de vestido de boda que siempre traía puesta pero sin el vestido, como un anillo de Saturno aunque yo parecía Marte y me creía Venus, como una dona enorme de chocolate, de esas donas que nunca me han gustado aunque el chocolate me fascine, como un plato de porcelana chino sobre el cual estaba parada y del que algún gigante me comería, o como un aro de fuego del circo que no me atrevía a saltar montando algún tigre a menos que fuera del Cirque du Soleil... <br />
<br />
Y mientras me hincaba frente a esa caja negra, tenía tanta nostalgia de tí, que me sentía como de cuatro años y extrañas a tu mamá que salió de viaje a la playa porque como Sirena que es se tiene que mojar las escamas de vez en vez...<br />
<br />
Por eso decidí cerrar esa caja tan masculina, tan "marca <i>Truper</i>", tan llena de martillos, clavos, tornillos, y cosas que no entiendo y dejarte allí dentro, con el seguro puesto, mientras me miraba las uñas de color rosa que me había pintado rápidamente antes de verte hoy. Mientras se me resbalaba el pelo de la trenza que me hice después de peinarme también para ti hoy, mientras veía mis <i>crocs</i> rosas, esos que irremediablemente quisieras cambiarme y que nunca hubieras podido porque yo jamás lo hubiera permitido.<br />
<br />
Y con parsimonia, acaricié la caja con mis uñas rosadas y pensé que así se debe sentir cuando alguien se te muere, alguien a quien nunca mas vas a ver...alguien a quien amaste tanto que diste todo lo que quisiste dar, alguien a quien adoraste con cada centímetro de piel, como lo que te adoro con cada centímetro de mis cuarenta y dos años de piel tatuada con mi alma y mi verdad, la mas pura, esa que te entregué.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgyl5mBjbwjs_rFRpw0Mctk0pCPQJqk364fGb3OXf1wGo5P5DvSELIB1cPq71BmMVp7xFbLPYIemiykUXLjbyONgA3K0Psgqt4BAxVyWuP00x78Fxtciz3oN_uDBE6Y-KBRy2CDVoJjlA/s1600/la+foto(16).JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgyl5mBjbwjs_rFRpw0Mctk0pCPQJqk364fGb3OXf1wGo5P5DvSELIB1cPq71BmMVp7xFbLPYIemiykUXLjbyONgA3K0Psgqt4BAxVyWuP00x78Fxtciz3oN_uDBE6Y-KBRy2CDVoJjlA/s200/la+foto(16).JPG" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mi caja de herramientas</td></tr>
</tbody></table>
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-34672431078025199482012-12-24T18:59:00.001-06:002012-12-29T19:02:47.515-06:00ChuburnáChuburná me deja aunque ni en el más remoto sueño pienso dejarla.<br />
<br />
Chuburná me trajo ese paréntesis de paz que no podía ver si no hubiera estado en ella. Me regaló un Norte por primera vez en mi vida, aire cíclico que acariciaba como adolescente torpemente, intensamente las palmeras, junto con olas pequeñas, pero que bien ahogarían a cualquier Sirena aún con las escamas secas de tanta experiencia.<br />
<br />
Me trajo a ti, me alejó de ti, me llevó a nosotros y nos desapareció por largas horas en las que ni tu ni yo supimos por donde comenzar a buscarnos. En dos olas que rompieron a mis pies me trajo la verdad que necesitaba rodeada de la mentira con la que la disfrazo siempre. Me llenó de eso que no sé cómo se llama, -pero si cómo se siente-, y que me hace sonreír con los ojos, en un chapuzón helado debajo de un puente.<br />
<br />
Me puso al oído muchas canciones de Armando Manzanero que ya sabía cantar pero en otro tono. Me puso gaviotas que comieron de mi mano y volaban estáticamente sobre mi. Me alejó con un inmenso pedazo de tierra de mis hijos, pero los acercó a mi con sus carcajadas mientras removía arena con el pie derecho una de varias mañanas que caminé sus playas.<br />
<br />
Conocí a Julian Barnes y su <i>Sense of an Ending</i>, y cené con Carlos y Alejandrina y su acento yucateco. Comencé a deshebrar un Atlas de Nubes con David Mitchel y despedacé algunos sudokus. Me arrullé en una hamaca azul rey y en una rosa pálido. Tomé seis cervezas que encontré en el minibar y comí dos chocolates Ritter. Hablamos por teléfono y cruzamos mis latitudes con tus longitudes esa tarde que el Norte tocó tierra helándome hasta el tuétano.<br />
<br />
Fotografié Chuburná hasta las entrañas. La respiré tanto y tan intensamente que se me pintaron de azul cielo y mar gris los pulmones.<br />
<br />
Me olvidé de San Nicolás, de Santa Claus, de Papá Noel y de días largos, llenos de gente en la Ciudad que nunca duerme, allá donde siempre he vivido. Me prometí un futuro apresurado al que no sé cómo llegaré, pero sé que podré. Me vi sola en ese futuro y me quise llorar unas lágrimas pero era demasiado compadecerme de esa forma en un lugar tan perfecto, donde no cabe, no hay espacio para el menor sentimiento antagónico a la felicidad que me llenó por muchos días....tantos días que solamente fueron seis...<br />
<br />
Y después, en la mañana, en la mañana de hoy, me despedía de las olas, y les pedía, a cada una de las siete que conté, que nunca me hicieran olvidar qué tan feliz fuí esos seis días.<br />
<br />
Seis días con el mejor regalo de cumpleaños que he tenido en cuarenta y dos años.<br />
<br />
Y justo cuando dejaba las murallas que le pinte a la entrada, con enormes puertas de Mar y de Tierra, la realidad me atrapó en un instante, en ese instante donde sin decírmelo, me bajabas de la nube, esa que elegí para volar cuando pronuncié "Chu-bur-ná", con voz tímida y quedito, hace unos días, cuando decidí eso que decidí y que sólo le dije a la séptima ola....<br />
<br />
-eso que susurré tan quedito que ni siquiera la octava ola alcanzó a escuchar- <br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCYrY_QZIKlnxykWcnCLEmk6PWvNKlH1LNMtgT-yENA76ewiqfD1nvxhKbarV1w3WVAYfW_zMXNNwIT4uTc3RuHNARZxBKt-tmbqucD0YvMx1-tyV8K9Bnb5Ll1UxI_ZOEmknqzn2-A60/s640/blogger-image--2017891746.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCYrY_QZIKlnxykWcnCLEmk6PWvNKlH1LNMtgT-yENA76ewiqfD1nvxhKbarV1w3WVAYfW_zMXNNwIT4uTc3RuHNARZxBKt-tmbqucD0YvMx1-tyV8K9Bnb5Ll1UxI_ZOEmknqzn2-A60/s200/blogger-image--2017891746.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mi Chuburná</td></tr>
</tbody></table>
Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-84301480085943010342012-12-12T21:56:00.004-06:002012-12-12T21:56:46.633-06:00Maniática de la explicaciónTengo un cansancio alojado en las crestas iliacas que parece dolor. Es ese cansancio que pega a nivel molecular un día después de amar. El cansancio se desborda a ratos en jalones en las ingles, a los costados de la cintura, debajo de las costillas, pero también a lo largo de ellas, me recorre el esternón y me baja hasta el pubis.<br />
<br />
-y es que cualquiera diría que ayer se me acabó el mundo perdida en tu piel-<br />
<br />
Y así fué.<br />
<br />
En mis planes no estaba mas que decirte dos o tres palabras, y cuando me dí cuenta sonaba el corcho que destapaba la botella de nuestro vino favorito, -ese vino del que siempre hay una botella en el fondo del refri, arriba de las verduras-.<br />
<br />
Te iba a decir dos o tres palabras y cuando me dí cuenta, chocaba mi copa con la tuya en una carcajada que enredó nuestras lenguas.<br />
<br />
Tenía un memorandum escrito en el cerebro con puntos a discutir, y cuando me dí cuenta, tus manos me llevaban al sillón donde siempre nos contamos historias de nosotros, y estaba sentada a horcajadas sobre ti.<br />
<br />
-y es que te iba a decir dos o tres palabras explicando detenidamente mis decisiones últimas, esas unilaterales que implicaban una bilateralidad cruzada en grave peligro de extinción-<br />
<br />
La idea era decirte unas cuantas cosas que olvidé mientras te desabotonaba la camisa en pausas y me detuviste los borbotones de ideas que se gestaban en mi plexo solar diciéndome:<br />
<br />
"Dos cosas importantes tengo que decirte, la una es que te amo, y la otra es que eres tan bonita que ahora estás preciosa"<br />
<br />
...o algo así dijiste...porque después del <i>te amo</i> que pronunciaste como nunca se te había escuchado, me olvidé de las explicaciones bien fundamentadas que tenía programadas en el cerebelo.<br />
<br />
Maniaticamente, maquinalmente, metodicamente, lentamente, suavemente, seguí desabotonando tu camisa, desentrañando los secretos de tu alma que ya no me parecen tan secretos. Con solo ver tus ojos mientras ves los míos, sé que nuestro tiempo es eterno. Tengo esa certeza en el corazón, la siento en las yemas de los dedos mientras recorro tu pecho, y la respiro en la piel de tu cuello.<br />
<br />
Y en el espacio se queda suspendida nuestra historia, mientras el reloj da vueltas, mientras el sol calienta la tierra de nuevo, mientras la luna manda poner olas en el mar, mientras te desplomas sobre mi cuando callo mis manías y dejo de explicarme lo que no tiene explicación ni sentido ni propósito.<br />
<br />
Y volteo a mi izquierda para tropezar los ojos con los libros desordenados en la repisa pensando cual será el siguiente que quiera leer, cuando veo "Bonsai de interior" y "Minerales de México" y me salta el corazón, y me entra la necesidad de sembrarme un bonsai, y de hacer una llamada telefónica urgente que no marqué hasta doce horas después.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP5uznH8OxwUiraavUnNfSVCvmvL_L2VpiqxKBl910t7VAuEWALZjGaUktmlRYSF2s_dDT649ZmHYNp8FxFd-EFPo-LfDt-OhzEpzP1JZDjfaui2nH0tCGCUFD5pgO67BlqF9la10U99g/s1600/IMG_3133.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP5uznH8OxwUiraavUnNfSVCvmvL_L2VpiqxKBl910t7VAuEWALZjGaUktmlRYSF2s_dDT649ZmHYNp8FxFd-EFPo-LfDt-OhzEpzP1JZDjfaui2nH0tCGCUFD5pgO67BlqF9la10U99g/s200/IMG_3133.JPG" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">L-<i>ibros</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<br />
<br />Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-12191799716278865072012-11-13T21:14:00.001-06:002013-12-09T17:25:00.998-06:00Seda color lilaDías atrás Brígida se encontró sentada en la orilla del sillón viendo hacia la ventana. Los coches pasaban y ella los observaba detenida en el tiempo...es decir, el tiempo corría fuera de la ventana, pero dentro, nada. Ni un segundo se marcaba en el reloj de la cocina. La música se quedó detenida en un lá descompuesto. El aire se paralizó. Eso no significaba que ella no pudiera moverse...sus dedos se crispaban en el vestido que tenía puesto...los pies con sandalias tamborileaban el piso al ritmo de una música totalmente nueva y absurda.<br />
<br />
El sol entraba de frente aunque no se veía. Merlina atacaba detrás del vidrio inútilmente a un pájaro que sólo tenía por objetivo burlarse de ella. Ella lo sabía pero no le importaba.<br />
<br />
Las dos solas se entretenían cada cual con su misión detrás de la ventana.<br />
<br />
Nada llamaba la atención de ese momento. Todo era normalidad plana y aburrida, y en un instante, algo se rompió. Brígida se dió cuenta que el segundero volvía a escucharse desde la cocina, el aire se respiraba con olor a violetas, y sus manos soltaron la seda lila del vestido.<br />
<br />
Fue en ese momento cuando se dio cuenta cómo estaba vestida. Estaba segura de nunca haber comprado un vestido de seda lila. Largo, suave, -todo un <i>maxidress</i>-, fino y caro, sin mangas, escotado, un cinturón delgado de piel igual de suave...las sandalias si las recordaba, doradas, sin tacón, con falsa pedrería...<br />
<br />
La duda ahora estaba en la fragilidad inexistente del momento. Ese momento en el que no sabía sí estaba en medio de un sueño, o si estaba muerta y visitando ese lugar que tanto le gustaba, o si era un deja-vú barato y cínico que jugaba con la realidad cuando brincó con sobresalto y con un gritito cursi que le salió del alma. Las manos le dolían por la fuerza con la que <i>nosupocuantotiempo</i> había apretado la seda. Abrió ampliamente los dedos medio acartonados y colocó la mano izquierda debajo de su garganta, la fue bajando por el pecho y el abdomen para detenerla a la altura del pubis en una especie de comprobación igual de discreta que alucinada que sólo vería Merlina, para saber si el corazón le latía.<br />
<br />
Y si latía. Con cierta lentitud, al menos así lo parecía. <br />
<br />
-Y los días siguen pasando,<br />
<br />
y hoy, en este momento, Brígida siente pasar el tiempo, escucha la cadencia del paso de los coches por la ventana, viste de jeans, blusa verde militar y poncho color vino. Usa calcetines cafés con flores de colores y se suelta el pelo donde se le empiezan a colorear canas a la altura de las sienes. Se le han profundizado en unos segundos lentos, marcados por el reloj de la cocina, dos arrugas al lado de cada ojo, le entra de repente el frío otoñal que parece que se ha arrancado las hojas salvajemente para copular con el invierno a la menor distracción, y por primera vez, en mucho tiempo, cree tener la certeza de estar en medio de la paz de la Selva, desnuda, sola, nadando en ese manantial, viendo una perfecta luna llena-.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNa9EpiSLd0T4WLHeqfgeoMaLRvnpcH9KuUgJh-dVORTXvPeO2OltJ9SakJpt0lFdn6yDJVK0MuFUPkagkz1FmiMvccGLcolGhCJE-Jfza-YsWR7CfRt-_EpVBJrDnvluHh0twSssc5n4/s640/blogger-image-677157138.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNa9EpiSLd0T4WLHeqfgeoMaLRvnpcH9KuUgJh-dVORTXvPeO2OltJ9SakJpt0lFdn6yDJVK0MuFUPkagkz1FmiMvccGLcolGhCJE-Jfza-YsWR7CfRt-_EpVBJrDnvluHh0twSssc5n4/s200/blogger-image-677157138.jpg" width="127" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Merlina y la ventana</td></tr>
</tbody></table>
Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-122343515795234025.post-1814211262581030742012-10-26T20:14:00.001-05:002012-10-26T20:19:30.829-05:00¿Y?No quedó más que decir adiós en silencio y sin la menor intención de decirlo, mucho menos con las ganas ni la fuerza que se necesitan para saber que ahora "es verdad" cuando se dice ese "adiós", quedito y sin ganas de que sea verdad.<br />
<br />
El quedó prendido a su espalda para siempre. <br />
<br />
Ella se colgó de su cuello de por vida.<br />
<br />
Nadie lo notó jamás.<br />
<br />
Y en las noches se platicaban en silencio y se abrazaban sin tener que hacerlo.<br />
<br />
Nunca más volvieron a verse, las yemas de sus dedos jamás se tocaron de nuevo.<br />
<br />
Y se hicieron viejos. <br />
<br />
El se despertaba todas las noches a las 2:49 am en sus eternos y cronometrados insomnios, y ella siempre dormía de corrido soñándolo en ausencia desmedida y melancólica.<br />
<br />
Y se pensaban cada noche aunque no se tocarán. <br />
<br />
Y se hicieron abuelos. <br />
<br />
Y el a veces decía palabras que sólo estaban hechas para ella.<br />
<br />
Y ella lo olvidó en medio de un Alzheimer, pero siempre le necesito y extrañó, nunca su olor dejó de respirar.<br />
<br />
Y se murieron.<br />
<br />
Y nadie nunca supo que se hablaban cada noche desde que se dijeron adiós.<br />
<br />
Y nadie nunca lo supo....<br />
<br />
¿Y de qué sirvió?Las Espirales de Brígidahttp://www.blogger.com/profile/16918195849597542220noreply@blogger.com0