Mis favoritos

viernes, 3 de febrero de 2012

Ojos de caimán

-Tres lágrimas perfectas han salido de tus ojos de caimán-, me dijiste mientras con el pulgar izquierdo las quitabas de mi mejilla.

-No puedo controlarlas-, te dije con desquiciamiento.

-Be Irish-, no te cansabas de repetir.

Me abrazabas y consolabas, pero también me obligabas a llegar al límite.

-Ojos de caimán tienes-, me decías mientras yo veía tus ojos de gato. Color aceituna decolorida.
Color agua de charco en medio del pasto. Los tenías inyectados de fuego. De arrebato. De intolerancia aparentemente controlada ante mi debilidad. Tenían un pedazo de luna creciente, mucho humo de incienso, un poco de quarzo ahumado.

Y en una sentencia que sonó como un cuchillo entrando en el corazón de un caimán te lo dije muy rápido como para que no quiseras escucharlo.

Te confesé la impotencia que se guarda en mi alma.

Al día siguiente, ninguno de los dos sabía que veríamos un arco iris completo en medio de lluvia y nubes grises.

Y mientras lo veía, no te lo dije, no lo escuchaste, pero te agradecí estar a mi lado.

Visto en el mercado de Tepoztlán



No hay comentarios: