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viernes, 26 de octubre de 2012

¿Y?

No quedó más que decir adiós en silencio y sin la menor intención de decirlo, mucho menos con las ganas ni la fuerza que se necesitan para saber que ahora "es verdad" cuando se dice ese "adiós", quedito y sin ganas de que sea verdad.

El quedó prendido a su espalda para siempre.

Ella se colgó de su cuello de por vida.

Nadie lo notó jamás.

Y en las noches se platicaban en silencio y se abrazaban sin tener que hacerlo.

Nunca más volvieron a verse, las yemas de sus dedos jamás se tocaron de nuevo.

Y se hicieron viejos.

El se despertaba todas las noches a las 2:49 am en sus eternos y cronometrados insomnios, y ella siempre dormía de corrido soñándolo en ausencia desmedida y melancólica.

Y se pensaban cada noche aunque no se tocarán.

Y se hicieron abuelos.

Y el a veces decía palabras que sólo estaban hechas para ella.

Y ella lo olvidó en medio de un Alzheimer, pero siempre le necesito y extrañó, nunca su olor dejó de respirar.

Y se murieron.

Y nadie nunca supo que se hablaban cada noche desde que se dijeron adiós.

Y nadie nunca lo supo....

¿Y de qué sirvió?

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