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miércoles, 18 de mayo de 2011

Adiós


Si. 
Todo mundo dice: el tiempo y la distancia.

Mientras escribo esto, el tiempo pasa.  
Pasan segundos que se acumulan, se engrosan, se regocijan caminando como gusanos medidores que después se llaman minutos y después años y después vidas, épocas y eternidades.

La distancia…
La distancia siempre es la misma. Del punto A , al punto B…
¿De cual punto A, a cual punto B?
Todo es relativo, todo es física y matemáticas…y como tales deberíamos ser robots.
Todo debería ser ciencia y no humanidad.
Debería ser razón y no corazón.
Cambiarnos un chip.
Estoy triste: mete un USB en el puerto C que está en la oreja derecha que diga “Ponte feliz, by Windows”
Tengo sueño: descarga la actualización "descansado" 2.3.009 que se instalará en el colmillo inferior izquierdo.

Brigida nació por un motivo y se suspende por una razón.

Los espirales necesitan reparación. Necesitan aceite, unos engranes se rompieron, alguien los aceleró, yo les dí máxima velocidad, un botón de emergencia bloqueo el movimiento y se quemó el motor.
La cadencia empezó a moverse arrítmicamente. La música que se escuchaba era Take Five, pero yo bailaba la Cumbiera Intelectual
Y entonces, las caderas me dejaron de funcionar armónicamente.
Las pecas empezaron a borrárseme cuando dejé de nadar con tanta frecuencia.
Mis sonrisas eran invisibles cuando sentía claramente que eran de dientes que ahora me arregla el dentista con signos de pesos en las pupilas.
Mis manos no quieren sostener mas tazas de té negro, han cambiado por el café y últimamente me he vuelto aficionada a jugos con conservadores "naturales" porque mi sangre siente la necesidad de adrenalina en forma de glucosa en el sistema circulatorio.
Me sentí bella y poderosa. Me sentí dueña de la Primavera y del Invierno.
Nunca, nunca, me dí cuenta que los dientes de los engranes estaban rechinando dolorosamente.

Mi par de ojos llevan varias semanas o meses sin ver claramente. 
Me pongo unos lentes de cerca para ver de lejos y unos oscuros por las tardes, cuando se mete el sol, que es cuando la hora bruja me ataca desprevenida.

Mi fuerza está aletargada, se está estirando confundida porque se despertó en el cuerpo de una mujer.
De una simple mujer.
De carne y hueso.
Con estrías de dos partos. Con más arrugas alrededor del ojo derecho que del izquierdo.   
Con pies que se tropiezan todos los días por maldición genética.
La fuerza es zurda pero la que escribe estas líneas es derecha.

El alma está allí. El cuerpo sobrevive. La sonrisa está puesta. Las ganas de tomar té siguen.  La alberca me extraña. El mar me espera. El manantial en ese pedazo de selva me habla todas las noches para calmarme.

Es solo que…

Es solo que hay que recomenzar espabilando el cuerpo.

No sé para dónde dar el primer paso, no sé de donde colgarme el dolor de la ausencia de mi punto A  a tu punto B.
Tienen la misma distancia, la han tenido siempre, pero hoy no me lo parece...y estoy parada sobre la letra A…no, ¿la mía es la B? ¿la B de Brígida?
¿Será que siempre fui el punto B?

Brígida es linda.
Es una gordita feliz con los cachetes rosados como Heidi.
Es la Diosa de la felicidad, la libertad, la fuerza y la pasión que me llegó un 1 de febrero, un Imbolc. Me habló, me acurrucó, me consoló…se hizo poderosísima cuando leyendo cosas japonesas y comiendo sushi ya medio borracha de sake tibio leyó haikús y pensó que no había nada mas bello que leer historias enormes al ritmo del 5-7-5

Pero yo estaba distraida haciendo nosequé y se tuvo que ir de emergencia a un sitio en Groenlandia sin aviso.

Hoy en el correo (el correo de verdad), me  encontré un sobre (de mentira) color berenjena que tenía rotulado con tinta china (como de pluma Sheaffer con tinta Parker negra) mi nombre: "Steffie"
Olía a té y a jengibre…
Decía:

Steffie:

Inscribete a un diplomado en Creación Literaria en el Centro Cultural Condesa.
Toma el taller de cerámica y haz un florero y un plato grande y píntalo de verde para servir ensaladas.
Si no quieres regresar a la alberca por un tiempo, no lo hagas, pero entonces activa el podómetro de tu ipod y lánzate a caminar y a caminar y a caminar.
Regresaré, pero no sé cuando.
Te dejo miles de besos para todas estas noches en que te sientas triste…pero tienes que entender que no lo estás, que estás contigo y tu tienes que aprender a besarte, a acariciarte y a conmoverte contigo misma.

B.

Y ahora...
Y ahora con oleadas inestables, intermitentes e incoloras de dolor, de incertidumbre, de distancia y de amor truncado, parece que me digo adiós con un pañuelito blanco en la mano derecha. Es de lino, de lino irlandés, y me veo vestida también de lino blanco con un sombrero de paja ancho que tiene un listón púrpura con luciérnagas encendidas, despidiendo un barco sin nombre pero con rumbo, en el Golfo de México, en el Puerto de Veracruz, en donde la corriente del Golfo hace un remolino con el agua del Atlántico y le inyecta calor que llega al punto A...donde estás tú...

Y me seco con una esquinita del pañuelo donde descubro una espiral bordada con hilo de seda lágrimas dulces, dulces en 5-7-5, dulces como un vermouth de grifo, frías como un beso aspirado y largas como una gota de lluvia siliconada arrastrándose en la ventana de mi sillón anaranjado en una tarde de verano.
Y en mi muñeca, mientras hago estos movimientos, suenan los cascabeles de una pulsera invisible, -al parecer es una pulsera mágica-, que protege a quien la trae puesta...


2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Espero que le Brígida descanse y que a ti te vaya muy bien.

Hasta siempre.

Besos.

Anónimo dijo...

La galerna ha arrojado trozos de ámbar a la costa