Ayer te lo dije, ayer me oíste pero no me escuchaste. Me entendiste pero no comprendes la dimensión de la lejanía porque no te la quiero explicar.
Hoy caminé bajo la lluvia, me tapé el frío, me escondí de la única nube que ocupaba el cielo entero.
Es la misma nube que no me ha dejado ver tu luna ni mis estrellas. La luna se me metió en los sueños y me acompañó mientras caminaba a lo largo de ese pueblo que llovía ausencias y diciembres. Me decía que el futuro me alcanzaría pronto y de forma incierta. El presente me cuantificaba los besos que te he dado, los faltantes y los que he recreado en mi boca y mojado con mi saliva, chupado con la lengua y mordido suavemente. Y son mas los faltantes porque tu y yo ya sabemos que nuestra eternidad está terminando...está tambaleando al borde de ese precipicio que hoy tiene forma de Puente de Madison County.
Se me tambalean los besos y se escapan formando rizos de aire húmedo con sabor a Golfo de México con olas que se marchitan débilmente en una playa veracruzana de arena negruzca y fría.
Mi sangre se trataba de acompasar a las leves gotas de lluvia que apenas tocaban mi cuerpo pero sentía lo empapaban de sensaciones sin nombre mientras a ti se te caducan los "te amos" en la punta de la lengua...
Me sentí ausente del mundo mientras trataba de soplar la gran nube y mandarla a Tierra del Fuego, solo porque seguramente tardaría mucho en darle la vuelta al mundo y regresar a mi hemisferio.
Salado, Tx, con la eterna nube |
2 comentarios:
Tantos desencuentros nos llevan siempre al mar donde las olas nos miran conmovidas.
Besos.
Todo caduca, pero al mismo tiempo hay cosas que ya nacieron o estan por nacer, y solo faltan vientos que las descubran detras de las nubes.
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