Y dí un brinco porque al mismo tiempo, entre la parte baja de las costillas y la garganta se me pronunciaba tu nombre de una forma diferente a la de siempre y ví que me saltaba una mariposa en medio de las costillas.
No entiendo el cómo ni el cuando. Solo sé que repito tu nombre quedito en la mente, una y otra vez, y salta la mariposa y me dice cosas acerca de ti y de mi que no sabiamos ni tu ni yo y además que hay otra mariposa gemela que está haciendo lo mismo contigo.
-¿por qué?-, le pregunté a la mariposa
-porque así está escrito en tu carta astral y en la suya-, me dijo con voz de hada.
Me quedé callada.
-y además, desde ayer él no ha dejado de besarte desde el subconsciente hasta el consciente, desde la punta de la lengua hasta la yema de los dedos, con el cuerpo perfumado y el alma sorprendida, igual que tu-
Y sigo callada porque los aleteos me tienen muda desde el tuétano hasta el lóbulo de las orejas sintiendo cada una de tus caricias y respiros entre beso y beso.
Mi fuente y tu nube |
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