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martes, 18 de enero de 2011

Ella(s)

Hay días que pasan tan rápido que no los ves, pero al mismo tiempo se queda la sensación de que fueron eternos.
Miles de cosas por hacer, miles de planes por romper.
Para no ir tan lejos hago limpieza de papeles.  Me encuentro con estados de cuenta del 2003. Cartas para Santa Claus. Para el ratón Pérez. Tarjetas navideñas y circulares de la escuela.
Plumas sin tapas, lápices sin puntas. Instructivos de aparatos que ya no tengo.
Revistas para recortar cuando los niños aún tenían que recortar.

Abro el lugar donde están mis cuadernos y agendas, y dentro de uno de ellos, me encuentro dos sobres rotulados con una sola letra: uno blanco y uno rosado. Dentro, con letra tan perfecta que parecía perfectamente desconocida, comienzo a leer dos cartas escritas hace un año y hace diez meses.
Lo que más me sorprendío es que desconocí a quien escribió esas letras.
La sentí ajena a la que sostenía el papel.
Sentí débil a la que escribió, desesperada, ahogándose en vida sin saber.
La sentí desamparada.
Sentí que se me atoraba una especie de lágrima (solo una) en la garganta...

Suspiré, y se fueron los dos sobres al triturador junto con el estado de cuenta del 2003...

Esa era yo.
Por ella estoy hoy aquí.
Las cartas...estaban escritas para aquel que me salvó de hundirme por completo.
Para aquel que creo que inventé, que nunca existió.

Ah...¡qué buenos inventos me invento....!
Pero ahi se quedan, en inventos...
Nada como lo que puedo tocar, sentir y lo que puedo creer con todo mi ser.

1 comentario:

TORO SALVAJE dijo...

A veces hay que agarrarse a un trozo de aire para no caer.

Besos.