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lunes, 16 de abril de 2012

Besos anestesiados

Mis pasos sonaban lentos y pesados.

Iba abandonado el pueblo fantasma donde los que viven no existen, donde los cuervos hacen creer a sus dueños que son halcones, donde el silencio silba como viento melancólico que se cuela por las ventanas, donde las tejas de los edificios parecen estarse desintegrando, donde desde una vista hacia el infinito se ve una carretera en forma de "S" que es la que te lleva al mundo real.

Lo abandonaba sabiendo que por muchas vidas no volveré a dar esos pasos en ese mismo lugar.

-porque siempre te digo que para resucitar tienes que salir del pueblo fantasma-

En ese pueblo fantasma lo único que vive son los bonsai y las orquideas junto con los perros chihuahueños y un viejito que camina sin sentido balbuceando contraseñas que un día creyó aprender para regresar a mi mundo.

Todo lo demás son espejismos de lo que alguna vez tuvo vida.

Y decidí abandonar el pueblo fantasma porque me hace falta vivir.

Me hace falta volver a casarme y a no tener hijos.

Me falta hacerme de nietos, y de viajes a la playa. Me hace falta tener un jardín propio y no uno inventado como el que trataste de sembrarme una vez...renacer como lo estoy haciendo, liquidar mis facturas que hoy acomodé en mi moleskine en un día en el que no escribí nada, -el 11 de abril-,

Y la boca me sabe a anestesia, me sabe a que te sacaron el alma por unas horas.

Es un sabor familiar que me transportó en forma de deja vú con un golpe mortal al hipotálamo a un pasado reciente que parece que fué hace siglos y eternidades.

Me toqué las yemas de los dedos, sabiéndolas quemadas, sintiendo ese dolor que me recuerda que estoy viva, y que mi mundo es real.

Los besos con los que te traté de quitar la anestesia te los dí para devolverte un poquito el alma, para que durmieras con té de lavanda y esencias de mojito.

Te los dí con el deseo de que siempre estés bien aunque a partir del miércoles vayas a extrañar mis abrazos y mis voces pero mas mis letras.

Te lo dí con la tristeza ardiente de nunca haberme enamorado de ti por mas que quise, te los dí con nostalgia anticipada y con melancolía reprimida, con falta y ausencia de celos, por mas que me los quise inventar...

...Pero lo que si voy a extrañar eternamente...

Es lo mismo que extrañarás de mi cada mañana, cuando despiertes...por los siglos de los siglos, aunque ya no haya residuos de anestesia...

Palmeras fantasmas



1 comentario:

Anónimo dijo...

parecer ser que tu muso regreso, felicidades.