Apenas quiere amanecer y lleva despierta mas de una hora.
Apenas anoche trataba de leer cuando alguien la tapó con la sábana, apagó las luces y cerró la puerta para que pudiera dormir en silencio casi absoluto.
Y hoy, sigue apenas amaneciendo y solo escucha coches pasando a unos 60kms por hora por la calle, los mismos a los que ella frena para entrar cada tarde por la reja que abre cualquiera de los dos policías de turnos de 24hrs que se llaman iguamente Alfredo.
Y paradojicamente, en medio de todos los pisos de ventanas, concreto y tuberías que no tienen árboles, se cuela el piar de los pajaros que ya amanecieron igual que ella y que viven en los árboles que no ve.
Antes Mangee vivía de aventuras, ahora vive de esperanzas pacíficas.
Hoy por la tarde dará puntadas a esos tejidos grises y blancos para Greta, -al menos eso cree-.
Siempre que intenta tejer puntadas con ganchillo o con agujas del número seis, las cambia por tejer historias con palabras, -leídas, escritas o contadas a viva voz en medio de todos y nadas-.
Seguro eso pasará a las seis de la tarde, cuando se imagine sentada con todas esas viudas de generales, bebiendo vermouth con vistas al palacio de Oriente tratando de tejer mientras desteje.
Como Penélope.
Y hasta que el destino nos alcance.
Vermouth. Foto S |
1 comentario:
Ya murió.
Queda su sombra.
Besos.
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