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martes, 15 de febrero de 2011

Semanas suicidas

De un chasquido, la vida se puede ir, -o se va-.

Cada vez que parpadeo, alguien se va, alguien nace, alguien llora, alguien se ríe, alguien tiene un orgasmo, alguien duerme, alguien despierta, alguien decide, alguien cancela, alguien sabe lo que hará y cuándo lo hará.

En menos de dos semanas, dos suicidios.
Dos hombres. Uno cercano a mi, pero lejano. Otro lejano a mi, pero cercano.

Uno anunció con bombo y platillo su decisión.
Lo anunció en Facebook (algo que me tiene igualmente sorprendida...). Nadie supo leer sus palabras. Nadie supo, y todo el tiempo lo dijo.
Hasta que, minutos antes de salir a estrellarse en su motocicleta, publicó en la red su despedida titulada "Lo siento, lo siento".

El otro hombre.
El no lo anunció, pero bien que lo había decidido.
Lo ví dos veces en dos semanas antes de que se medicara hasta la putamadre.
Se rió. Habló. Tomó vino. Cenó. Le tomé fotos...,-con esa obsesión mia de cargar la pinche cámara a todos lados y ser la reportera de los eventos sociales y además estar preparada para fotografiar todo lo que se me dé la gana-.

Qué valor.
"Qué valor",  dice mi hijo, el de quince años...

-Mamá...todo mundo dice que quien se suicida es un cobarde que no puede ni quiere enfrentar la vida. Que es egoista porque deja a los que lo quieren aquí...pensando miles de hubieras, y sintiendose culpables...Yo pienso que quien se suicida tiene unos huevos enormes"...-

Si...

Dos hombres. Dos suicidios. Dos semanas. Todo ésto, en el segundo mes del año.

A veces se me ocurre, que en las palmas de la mano pueda estar escrito eso.
Me imagino cuando eran niños. Cuando llegaron a este mundo. Mientras sus madres los amamantaban. Mientras jugaban con sus hermanos...
¿habrá habido alguna pequeñisima señal algo marcado en sus destinos, como para poderlo evitar?

No sé que pensar.
No quiero pensar. No quiero sentir...

Pero no hago mas que pensar  y sentir.

Y no quiero mas que vivir...

1 comentario:

TORO SALVAJE dijo...

Es curioso.
Aquí hubo un aumento significativo de suicidios la semana pasada.
Lo comentaba con un compañero de trabajo y no encontramos la explicación.

Los suicidas no me parece cobardes. Habría que ponerse en la piel de algunos de ellos y probablemente los entenderíamos mejor.

Besos.