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jueves, 3 de marzo de 2011

Susurros

Empezaron en silencio con tu mano en mi hombro.
El derecho.
El pulgar quedó a la altura de mi columna vertebral.
Empezaste a recorrerla deteniéndote un infinito en cada vértebra mientras tu meñique parecía surcar mi hombro en espirales deslizando el tirante que sostenía.

Tu boca se acercó lentamente y en susurros comenzaste a hablarme al oído.
Tu voz en tono, con acordes, que parecían tocados por tu bajo Fender Precision.
Susurros que me soplaban directo al alma con vientos del norte.
Susurros que movían las mareas que nadaba mi cuerpo.
Susurros que ponían en alerta los confines desconocidos hasta ese momento de mi cerebro.

Solo supe que entre susurros dí la media vuelta para perderme en tus ojos llenos de dulzura, comenzando a sentir los míos perdidos en un deseo extremo.
Parecía que me desdoblaba en múltiples agitaciones y sensaciones. Gozos y quemaduras invisibles.
Formas inventadas danzaban en mis párpados cerrados. Mis manos jugaban con origamis recién hechos sobre tu piel. Mis piernas, los muslos seguían el contoneo del entorno que parecía dar vueltas como en un set de película, pegándose a ti hasta que se acabó el aire entre nosotros.
Mis manos seguían cada centímetro de ti...como una última vez. Con ganas de no olvidar jamás. Las marcas de mis huellas dactilares te tatuaban espirales en el cuerpo entero.

Probé tu boca por enésima vez, esa que me susurraba, y parecía la primera vez que tocaba con mis labios y mordía tan suave y lento con mis dientes con ganas de no terminar jamás.

Tu sabor me lleno en un segundo.
Sabor a sal y a Vía Láctea.
Sabor a vino y a anticipo de muertes chiquitas.
Sabor a tabaco y a haiku. 

Sabor a susurro que en ese momento empezó a salir de mi garganta mientras nuestras lenguas copulaban en una danza que mi voz acompañaba en forma de gemidos que pronunciaban tu nombre.
Sensaciones anticipando perder la conciencia en un espacio inexistente, por unos cuantos segundos que no tienen nombre, que solo sé que saben a susurro.

Hoy no hay foto...hay video:

Muerte chiquita

1 comentario:

TORO SALVAJE dijo...

Susurros de miel.
Impagables.
Pasión ciega.

Besos.