Me hizo suya cuando yo quise hacerlo mío.
Dejé mi huella en él mientras me soplabas con una brisa fría el cuello.
Y sentí un placer que jamás en sueños ni en pesadillas había sentido.
Y paz.
Y una sonrisa desde los ojos.
Y espirales en movimiento.
(y esta es la historia en corto)
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