Palabras dichas, existentes y reales.
Palabras fuertes, tan fuertes que corresponden a verdades que nunca pensé atreverme a decir.
Palabras mías que retumban en mis oídos.
Palabras que se (e-na-mo-ra-ron...) en silencio mudo (y no se lo digas a nadie...sshhhh)
(Porque fueron palabras que no tienen culpa de nada, que un día abriendo el refrigerador, o bajando del coche, o entrando al banco, o viendo la luna, simplemente se dieron cuenta de que se habían enamorado y no había nada ya que hacer, ni goma que las borrara, ni liquid paper que las ocultara, ni delete que las esfumara)
Palabras que no me dejan dormir y se traducen en insomnios inquietos por primera vez en mucho tiempo. Me rondan el no-sueño disfrazadas de vueltas en la cama, de almohadas incómodas, de ruidos silenciosos. De tu presencia que está inquieta aquí igual que yo porque dije sin ningún arrepentimiento todo lo que debí haber dicho hace tiempo.
Palabras en forma de daga clavada en algún lugar del cuerpo y del alma. Nunca de puñalada trapera.
Palabras que alguna vez se tatuaron en mis caderas como pinturas rupestres, como recuerdos tuyos de que ahí estuviste.
Palabras-lamentos por algo que no hay, hubo ni habrá.
Palabras perdidas. Palabras encontradas.
Palabras-verdades atemporales ahora.
Palabras que esperan al tiempo
¿cuánto tiempo? El necesario para que se aplaquen y olviden.
Olviden ese, esos momentos.
Que se apaguen solas. Como un incienso con olor a sándalo que se va consumiendo y dejando sus restos sobre una mesa.
Esperando que las lleve el viento como si hubieran sido habladas como debieron haber sido dichas y nunca escritas como fueron.
Palabras que siguen soñando, palabras que se siguen escribiendo en el aire a las cuatro y a las cinco de la mañana.
Palabras que necesitan encontrar algún nombre completo y no quedarse en una utópica, perfecta y lineal inicial.
Palabras que gritan que quieren paz, de ti y de mi. De nosotros más inclinado en esa balanza que nunca fué equilibrada, hacia mi.
Palabras mas preocupadas por mi que por ti.
Palabras que pronto encontrarán su renglón en ese cuaderno rayado que no existe aún.
Palabras, palabras, palabras.
Bla, bla, bla.
Words, mot, palavradas, parolas
Palabras en espiral, por siempre y para siempre.
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