Habrá que tomar ese descanso obligado.
Ese que debe poner la mente en blanco.
Que haya un re-comienzo.
Comenzar con una hoja en blanco, con una pluma fuente bien cargada de tinta, color azul tal vez. Pluma y tinta Caran d'Ache.
Mientras todo esto pasa, ésto de la pausa necesaria, voy al centro.
Me gusta, me abstrae, me ausenta de todo.
Comida en lo que fué un claustro.
Caminar las calles donde siento que presencias de varias décadas, siglos siguen caminando allí mismo, junto a mi. Almas muertas que están mas vivas que nunca diciéndome cosas al oído.
Té en Aldaco 4. Té negro irlandés en una tetera oriental. Acostada con piernas arriba en el futón de mi hermano.
En el taller de los artistas: bisabuelo, abuelo, padre y hermano.
Esa es una pausa obligada, una pausa que respira en un lunes de verano.
Un lunes post luna nueva.
Luna nueva de deseos en pausa por el momento.
Un descanso en un día de trabajo.
Una pausa en la vida.
Esas pausas que siempre son necesarias.
Son pausas felices.
Son pausas, momentos, como esos que vienen después de un orgasmo mágico y completo.
Lleno y eléctrico.
Sanador y energético.
Vital y acariciante.
Esas pausas, dan mas vida.
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