Tengo un admirador de lunas a mi lado. Saliamos muy temprano hoy, y le dije, "mira la luna, a la mitad del camino, a la mitad del cielo, a la mitad entre llena y nueva".
La vió desde el árbol, atrás del árbol, sin árbol, moviéndose hacia atras, hacia adelante...se admiró con la luna, me sonrió y le sonreí contenta.
El y yo, tenemos las cartas astrales que se complementan, el yin y el yang.
No necesitamos poner palabras a las miradas, ni mirarnos siquiera para sentir nuestras energías y sinergias.
Y de regreso, me tropiezo con la bola anaranjada de fuego que parecía se estaba comiendo la ciudad. Parecía que venía por mi.
Lo detuve con una foto mientras salía de la gasolinería.
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