Estaba sentada y lo vi entrar.
Y me vió en ese instante.
Y entonces supe lo que era esa energía y esa electricidad que no sentí otra vez, cuando apenas había empezado el Solsticio de Invierno.
Y también lo supo, porque esa energía corrió como una descarga sin sentido entre nosotros.
Veinte años han pasado y ya no recordaba la luz invisible que aparece y que nadie vé mas que dos personas.
Y desperté y me dí cuenta que no había sido un sueño.
Estaba allí sentada, y allí estaba sentado frente a mi.
Todo ésto, pasando a media Luna, y justo antes del Solsticio de Verano.
Justo antes de ser el día mas largo del año
Justo un día antes.
En un día en el que se avecina una gran tormenta que parece lloverá en espirales eléctricas y sin sentido.
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