Que hay dias que parece que me veo desde fuera.
Parece que mi cuerpo y lo que maneja mi cuerpo -esos hilos invisibles como de marioneta-, hoy han estado fuera de S(i)...
Y, me entero de esta poetisa que tiene como muso al hombre con el que comparto dos hijos.
Y le digo con un grito mientras me río: "¡Eres su muso!", a lo que me contesta medio asustado y sorprendido..."Si...eso parece".
Y leo el cuento que le escribió, y el poema.
Y por un momento me pasó otra vez: me vi desde fuera y solté una carcajada pensando que ella era yo pero con otro muso...
(y no lo hace mal esta poetisa de unoochentadealtura, con piernas larguísimas...debo reconocerlo...)
Y me reí viéndome de fuera.
Y pensé...¿se habrá asustado mi muso?
No. Lo disfrutaba, parte de la petulancia.
Y me sigo viendo desde fuera, y escojo leer algo que escribí.
Y me gusta.
Y no me da ni tristeza, ni lástima, ni pena el destiempo.
Ese fué el tiempo.
Por lo pronto, tomaré el verano para recargarme, inspirarme, y seguir viéndome desde fuera...
Si.
A mi me ha pasado.
Muchas veces.
Que me estudio y me analizo desde fuera.
(eso si: nunca me juzgo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario